Parece que solo el lobby de la industria del automovil tiene capacidad de negociación y fuerza para imponerse en la Unión europea. Al resto de los sectores ya sabemos lo que les va a pasar:
Deslocalizarse. La verdad es que las politicas de la UE, solo están interesadas en favorcer la especulación de todo tipo de productos e industrias y deslocalizarlas fuera de la Unión europea,sabedoras que culquier industria aquí instalada o que se quiera instalar, está forzada a mantener salarios y condiciones de empleo dignas,y eso choca frontalmente con el capitalismo.
Que se prepare otra vez Galicia porque de esto nada bueno va a salir,más bien otra industria fulminada y millares de parados....
Sigan votandoles...
El acuerdo UE-Tailandia pone en jaque al sector conservero gallego
La industria alerta de que la retirada de aranceles amenaza 11.000 empleos
El principal competidor de la industria conservera gallega está a punto de empezar a negociar con la UE un
acuerdo de libre comercio que, si concluyera con la eliminación de los
aranceles que gravan la importación de sus conservas de atún, pondría en
peligro más de 11.200 puestos de trabajo directos solo en Galicia.
Tailandia es el mayor productor y exportador mundial de atún enlatado, y su Gobierno y la Comisión Europea
se sentarán el próximo día 27 a hablar del levantamiento de barreras
aduaneras. Las relaciones comerciales entre ambas partes son más o menos
equitativas (la UE exportó a ese país en el 2012 por valor de 14.800
millones de euros e importó por valor de 16.900 millones), pero aunque a
nivel global el acuerdo pueda reportar beneficios mutuos, para el
sector conservero representa una verdadera amenaza.
Sin más ventaja aduanera que una rebaja
arancelaria del 3,5 % por su pertenencia a la Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático (Asean), con la que la UE mantiene un acuerdo
comercial preferencial, Tailandia ya es el principal exportador de atún a
Europa con más de 91.000 toneladas en el 2011. Por encima incluso de
países cuyas latas y preparados no pagan tasa alguna, como Ecuador,
cuarto productor mundial tras Tailandia, España y Estados Unidos.
Maniobras de Anfaco
Ante lo que se le viene encima, la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco)
ha empezado a maniobrar para lograr que el acuerdo excluya expresamente
de su articulado las latas tailandesas. «Cualquier concesión que
eventualmente pudiera realizar la Comisión Europea [...] para el acceso
de las conservas y productos a base de atún procedentes de Tailandia
podría afectar gravemente al futuro del sector en Galicia», asegura un
informe que los representantes de la asociación entregarán hoy al
ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con quien se
reunirán en Madrid.
Anfaco no basa su argumentación en un mero afán
proteccionista, sino en la convicción de que el sector conservero
tailandés es «fuertemente competitivo» porque produce a bajo coste y
vende barato, y «no necesita preferencias arancelarias para su
exportación a la UE».
Lo cierto es que las cifras de Tailandia con
respecto al atún asustan, hasta el punto de que hacen pensar en que
buena parte de su interés en un acuerdo de libre comercio con la UE
reside, precisamente, en ese sector. Según las cifras que facilita la
patronal conservera española, Tailandia produce alrededor de 500.000
toneladas de conservas de atún al año, casi tanto como la suma de los
tres grandes competidores que le siguen (España, con unas 232.000
toneladas, Estados Unidos, con 168.000, y Ecuador, con unas 154.000).
Multinacionales
Hay 24 grandes corporaciones tailandesas
dedicadas al atún, varias de ellas líderes mundiales, propietarias de
«una flota de pesca a gran escala» que, sin embargo, no satisface todas
sus necesidades. Importan cada año entre 800.000 y 900.000 toneladas de
atún congelado desde Taiwán, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón... Y
tiene inversiones en otros países como Papúa Nueva Guinea, cuyas
exportaciones a la UE tampoco están gravadas.
Además, Anfaco advierte de que Tailandia no es un
competidor leal porque no está sujeto al cumplimiento de varios
acuerdos internacionales en materia medioambiental y laboral que sí
obligan a la industria gallega, española y europea. E insiste en que el
país cuenta con antecedentes poco recomendables en materia sanitaria.
Solo entre febrero y octubre del año pasado, la UE rechazó 19 partidas
de atún tailandés en conserva por motivos higiénicos o sanitarios. Aun
así la última inspección europea in situ tuvo lugar en el 2011. Y en el
2013 no está prevista ninguna.
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