sábado, 30 de julio de 2011

Para Rey Varela, el veto a la construcción naval civil impuesto a Navantia Fene se podría "levantar"

Rey Varela promete limitarse a "dos mandatos" como 
alcalde y no subir "ninguna tasa ni impuesto" mientras haya 
crisis
Advierte que el estado de las arcas que dejó su predecesor origina "responsabilidades políticas" al haber "millones sin contabilizar"Ve una "ensoñación momentánea" la idea de fusionar municipios de la comarca y confía en el derribo del muro del Arsenal "este mandato"
FERROL, 30 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela (PPdeG), que encara su primera legislatura con el bastón de mando tras la victoria electoral en la que desbancó al PSdeG y obtuvo mayoría absoluta, ha prometido limitarse a "dos mandatos", ocho años que considera "lo razonable" para un regidor.
"Yo creo que hay que plantearse siempre horizontes temporales en cargos públicos y creo que dos mandatos es lo razonable para un alcalde", ha asegurado el alcalde popular en una entrevista concedida a Europa Press. Las elecciones municipales del 22 de mayo le otorgaron, en su primera oportunidad como candidato, a los 35 años de edad, la primera mayoría absoluta de la historia democrática de Ferrol.
En todo caso, a las pregunta sobre un posible salto a la política autonómica o estatal, ha insistido en que su "compromiso es con Ferrol" y, ha citado a Winston Churchill, para señalar que "dos años en política son ciencia ficción". "Así que como para saber lo que va a pasar dentro de ocho años", comentó mientras esbozaba una sonrisa.
CONGELACIÓN DE TASAS
Su victoria en las elecciones municipales estuvo precedida de una campaña electoral con la austeridad y el recorte de gastos como señas de identidad, y que se han reflejado también en sus "primeras decisiones como alcalde", centradas en la reducción "en un 17% del gasto en altos cargos y en asesores" y el recorte "a la mitad el presupuesto de fiestas", puesto que sostiene que "se pueden adoptar políticas de austeridad sin poner en riesgo servicios públicos".
No obstante, puntualizó que "lo que hay que hacer es reducir el gasto, no incrementar los ingresos", por lo que se ha comprometido a "no subir ningún impuesto ni ninguna tasa municipal" mientras se mantenga la situación de crisis económica, y a pesar de la situación "complicada" de las arcas municipales de Ferrol.
En este sentido, José Manuel Rey Varela ha aseverado rotundamente que "hay millones de euros sin contabilizar", y que se precisa "aplicar procesos de racionalización el gasto y del ingreso público". Aunque rechazó concretar cifras, para "no hacer una bandera" del estado económico de la administración local, ha avanzado que "hay áreas descontroladas, como son las de Obras y Servicios".
Una situación que "proviene sobre todo de gastos adquiridos sin control, fuera del procedimiento administrativo", incluidos procedimientos de "adjudicaciones directas", y que ya se traduce en reclamaciones por parte de "empresas que llevan meses sin cobrar".
Para el alcalde de Ferrol, habrá que "determinar las responsabilidades políticas" de una situación que se ha derivado de la "absoluta desorganización administrativa y política" del Ayuntamiento.
PROYECTOS
Tras mes y medio al frente del gobierno, admite que no se han hecho públicos grandes proyectos, porque "lo primero que hay que hacer cuando uno llega a algún sitio es arreglar la casa". En todo caso, sitúa entre sus prioridades actuaciones urbanísticas como la de la Plaza de España --en la que rechaza la construcción de un spa en el subterráneo, como había planteado el PSOE-- y la recuperación de los barrios históricos, que vincula a la agilización de los trámites de concesión de ayudas a la rehabilitación y a "medidas que permitan que la iniciativa privada pueda desarrollarse".
En la presente legislatura, ha asegurado que "espera y desea" que se establezcan conversaciones para el derribo del muro del Arsenal militar que cierra parte de la ciudad, si bien puntualizó que sería "precipitado" avanzar en el proyecto anunciado por el Partido Socialista porque "no tenía bases sólidas".
Lo que no cree viable en esta legislatura es finalizar la urbanización del antiguo Cuartel Sánchez Aguilera, de casi un millón de metros cuadrados, debido a la situación de crisis, y anunció "una adaptación" del proyecto aprobado con anterioridad y aceptado por el Ministerio de Defensa, para incluir modificaciones de "encaje urbanístico dentro de la ciudad", como la prolongación de la Avenida de Compostela.
Las relaciones con Defensa han estado marcadas en Ferrol por la reclamación por parte del Ayuntamiento del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por los terrenos que ocupa Navantia, y aunque el pago se ha realizado en los últimos años, se mantiene todavía abierta la vía judicial. Rey Varela ha asegurado que "agotará todos los trámites legales" de los que disponga la Administración local "para que se cumplan las obligaciones fiscales, sea quien sea" y no descarta recurrir a "ningún procedimiento", incluido el posible embargo de propiedades de Defensa.
LA FUSIÓN DE MUNICIPIOS, "ENSOÑACIONES MOMENTÁNEAS"
Aunque su predecesor en el cargo, Vicente Irisarri, se había mostrado partidario de la "fusión" de los cinco municipios de la ría de Ferrol en un futuro proceso de "integración, Rey Varela sostiene que no se puede caer en "ensoñaciones momentáneas" y no percibe "ninguna disposición a fusionar ayuntamientos".
En cambio, apuesta por tratar de que "Ferrol ejerza su liderazgo" al frente de una "gran área urbana" pero sin desarrollar un organismo como el área metropolitana de Vigo. "Yo no creo en la multiplicación de organismos", aseveró el regidor ferrolano, que en cambio se define partidario de la colaboración entre municipios a través de la Mancomunidad, para llegar a acuerdos concretos, en torno a los transportes, el abastecimiento de aguas, o la planificación de suelo industrial.
Ferrol, en su opinión, tiene que mantener su vocación como "ciudad industrial", por lo que fija como "objetivo irrenunciable" dotar a la ciudad de un polígono industrial que tratará de retomar con "una acción coordinada de la Xunta de Galicia y el Gobierno de España", además de buscar el impulso al sector naval y al portuario.
SECTOR NAVAL
Así, censuró que haya dos "decisiones estrictamente políticas" que "hipotequen el futuro de la ciudad y la comarca", y que atribuye al Gobierno central, como serían, a su juicio, el veto a la construcción naval civil en Navantia y la carencia de enlace ferroviario al puerto exterior.
En este contexto, anuncia que si Mariano Rajoy gana las elecciones generales del 20 de noviembre, le dará traslado de "la importancia de la industria naval en Ferrol", puesto que "lo que tiene que hacer el Gobierno" es "tratar a la ciudad como se merece para salir de una crisis que lleva durando muchos años".
Para Rey Varela, el veto a la construcción naval civil impuesto a Navantia Fene se podría "levantar" si los Estados quieren, porque la Unión Europea no es una "entelequia", sino "la suma de Estados". "No he visto que Europa haya dicho que no, hay un veto que nunca ha sido bien explicado, que responde a negociaciones entre Estados y punto", argumenta.
Además, se muestra "plenamente convencido" de que ante una posible victoria de Mariano Rajoy "habrá interlocución con el Gobierno de España" y "un gobierno serio que sabrá tomar las decisiones estratégicas para el futuro", entre las que sitúa "el tren al puerto exterior" --su coste estimado rondaría los 100 millones de euros--.

viernes, 29 de julio de 2011

miércoles, 27 de julio de 2011

Convertir Vigo en outra "Ferrol do Sur"

Poderíamos dicir que o proceso de desindustrialización que está a acontecer na cídade olívica,asemellase ao acontecido na cidade departamental.Vaíse convertir Vigo na Ferrol do Sur.Unha cidade xa condeada a esmorecer pouco a pouco,e que en poucos anos chegará sen dúbidas aos 50.000 habitantes.

A situación do naval,é froito de moitos acontecementos.Pero "o pau" do Tax Lease,vaí rematar a faena nos poucos estaleiros que aínda quedaban.
A incapacidade do goberno neste tema,é suprema.Xa faí moitos anos que o goberno actual abandonou este sector a sua sorte.

Se o sistema de tasas, data do ano 2002,podemos ver que tamén que o propio financiamento dos estaleiros privados brillou pola sua ausencia.

A realidade é que este goberno,coa sua fantasiosa "lei de economía Sostible" (xa non se acordan dela verdade...) ía crear miles de postos de traballo en sectores tecnolóxicos e modernos (O sector naval,estaba obsoleto,é cousa dos asíaticos,decían eles).O problema foí que esas empresas nunca apareceron,e as poucas que había neses sectores (que realmente funcionaban a base de subvencións),tamén pechan señores,e casualmente vansé para Asia.Porque alí si que teñen cartos.


A posición dos sindicatos
A postura dos sindicatos é clara.Nunca lles importou o futuro da cidade.
Cando tiveron que negociar  reduccións de plantilla, aceptaronas e punto.Iso sí, negociar negociaron ben as prexubilacións e os subsidios.
O que está claro e que cando un acepta prexubilar un obreiro cualificado e despois non poñer a nadie no seu sitio,é destruir un posto de traballo.O problema virá cando o fillo dese obreiro queirá buscar choío....
Por iso as manifestacios feitas por Xulio Abelleira no debate do Canal 31,indignan a un. Porque non ten valor de dicir o que dí nunca oficina do Inem.Porque aos sindicatos desta comarca so lles interesa unha cousa:
Manter o estatus público dos estaleiros da ría.
E non teñer pudor en reconocelo.
PREFIREN UN ESTALEIRO CON 200 PERSONAS PÚBLICO,QUE CON 2.000 PRIVATIZADO.
 E iso nunha cidade con 18.000 parados e subindo, ten tela.
E siguen no error de pedir INVERSIÓN PÚBLICA unha e outra vez.
En Ferrolterra levamos 25 anos de inversión pública,e seguimos igual.

Papá estado non vaí solucionar o problema,porque non ten un duro.Por iso é triste ver como a única saída que se lles ocorre dende ese sindicato ,é esa.Polo menos xa non seguen chorando pola sexta F100,porque se ese é o plan de futuro que ten Navantia (so un barco) están aviados....
O que está claro é que nun país onde o sindicato maíoritario obzecase en manter un negocio como é o naval militar que  coa carteira chea de pedidos deu perdas, algo non funciona.Se Navantia é viable ou non, non lles importa. Se por eles forá, construirían barcos para facer arrecifes de coral afundindoos na ría.Como os cartos públicos choven do ceo...

¿Que fará o PP se chega ao poder?
Decían no debate do canal 31,que un goberno do PP,en Ferrol,Xunta e Madrid xa non deixaría ningunha opción a que se non se producise o levantamento do veto da antiga Astano.
O que pasa é que o PP,xa ten maioría no goberno da UE,e aquí non pasou nada de nada.Ademais nese mesmo debate,estaba o senador Juan Juncal,que en ningún momento aceptou para sí ese planteamento.

Maís ben so falou dun consorcio naval militar europeo,o cal non se lle ve moitos visos de prosperar...
Tamén non debemos esquecer que ao mando da competencia da CE,está o socialista Joaquín Almunia,que non creo que estivese por facilitarlle as accións a un goberno de dereita.

E así estamos,cun paro "in crescendo", e con menos posibilidades de desenrolo industrial.
Os poucos sectores que había, van pechando, as cuotas pesqueiras reducindoas, desguazando os barcos pesqueiros,o sector primario morrendo...é dicir un panorama que so invita a coller as maletas e emigrar, como eses centos de mozos que este ano,se forón a Centroeuropa.Ou precaridade,ou paro...

E todo isto,por ter unha clase política penosa.Un montón de individuos postos a dedo,que nunca lle levarán a contraria ao seu partido,ao cal representan, e non aos cidadáns que o votaron.

jueves, 7 de julio de 2011

Feijóo pide al Gobierno un interés sobre los astilleros similar al carbón

07-07-2011 / 16:30 h
Galicia "sabe hacer barcos", comentó Feijóo en una conferencia de prensa al término de la reunión del Consello de la Xunta, y destacó que su gabinete ha atribuido "ayudas, subvenciones y todo tipo de medidas" de apoyo a la construcción naval, en particular en las rías de Vigo, Marín y Ferrol.
Advirtió de que "la Xunta no lo puede hacer sola y necesita al Gobierno de España" para ejercer una "colaboración y coordinación leal" con el objetivo de conseguir el respaldo de la Unión Europea.
Feijóo afirmó que "le gustaría tener el mismo aval e interés que tuvo España por ejemplo con el sector del carbón ante el comisario de la Competencia" de la Comisión Europea, Joaquín Almunia.
"Si el Gobierno de España hizo ver a toda Europa que era posible ayudar al carbón nacional, este pleito que tenemos actualmente es mucho más sencillo", dijo Feijóo acerca de la imposibilidad de destinar el astillero de Navantia para la construcción civil.
La Comisión Europea advirtió en 2007 de que no había "nuevos elementos que justifiquen" la revisión del acuerdo alcanzado en 2005 con España y que evitó la quiebra del grupo Izar, por lo que advirtió de que el astillero Navantia de Fene podía seguir funcionando hasta 2015 "como militar, pero no civil, independientemente de si es privatizado o no".
Feijóo observó que "hay países que están haciendo bonificaciones y -concediendo- determinado tipo de ayudas a los astilleros" y consideró que "hay capacidad de mediar antes las instituciones europeas".
El presidente gallego indicó que la Xunta envió al Gobierno central una carta hace un mes, de la que dijo que todavía no ha recibido respuesta, y afirmó: "No se trata de discutir sino de construir".
También apuntó haber "comunicado" ayer a Almunia que la Xunta "no puede de ninguna manera aceptar, ni para la economía gallega ni para la española, una decisión sin meditar sus efectos directos e indirectos para el sector naval".
El conselleiro de Industria, Javier Guerra, ya pidió ayer al Gobierno central garantías financieras para que los astilleros, en particular los gallegos, puedan subsistir, concluir los barcos en los diques y proceder a nuevas contrataciones.EFE xb/elr

martes, 5 de julio de 2011

Las dudas pendientes de un claro agravio comparativo

La paralización de las ayudas a la construcción naval llega en el peor momento de la crisis para los astilleros. Los constructores apuran los contactos con Xunta y Gobierno central para sortear esta nueva barrera que parece infranqueable. Estas son algunas de las cuestiones claves del proceso.
El sector naval español, y el gallego en particular, es puntero en Europa. Pero antes de la crisis había contratos «para todos». Nadie denunció el sistema de ayudas español, por otra parte similar al de otros estados miembros de la UE. Con la tormenta financiera, los armadores frenaron en seco la construcción de buques y el sector se resintió. Cinco países aprovecharon que algunos barcos se contrataron en España con tax lease al límite de tonelaje permitido para estas ayudas, y formalizaron una denuncia.
Sí. La UE tiene detectados hasta 16 sistemas diferentes de aplicación de estos beneficios fiscales para la contratación de buques. Cada país guarda con celo su método. Pero Bruselas los filtra todos. Los países que no usan estas ayudas se inventaron otras. Estados Unidos, por ejemplo, obliga a construir en su país todos lo buques que se usaran con rutas base y destino en Norteamérica. Corea tiene hasta seis tipos de ayuda pública distintos. En otros países se subvencionan los bienes de equipo.
Lo tendría difícil. Al margen de la especialización y cualificación de los astilleros, el precio es hoy en día la principal referencia para cerrar un encargo. El tax lease supone abaratar hasta un 35 % el precio (en función del tonelaje del buque), y sin este valor añadido cerrar un acuerdo es poco menos que misión imposible.
Apelar a lo estratégico del sector para pedir una relajación de los formalismos y, por ejemplo, solicitar que se continúe aplicando este tipo de ayudas hasta que Bruselas resuelva su investigación. El Gobierno tendría que solicitarlo formalmente y ejercer toda la presión política posible, apelando al empleo y a la crisis.
Galicia no ha tenido suerte. España logró que Bruselas pasara por alto sus exigencias medioambientales cuando pidió permiso para primar el carbón nacional en la producción energética. Apeló entonces al interés estratégico de la minería leonesa. Pero la misma técnica fracasó con el astillero ferrolano Navantia, para el que se solicitó otra excepción que permitiera usar los terrenos ociosos. El sector conservero, también estratégico en Galicia, lleva un año reclamando que no se prime el atún de Papúa. Pero lejos de atender sus quejas, Bruselas llegó a recomendar a la industria gallega que se vaya a producir latas a ese país.
¿Por qué hasta ahora no se denunció el «tax lease» si era ilegal?
¿Es distinto el sistema en España?
¿Puede competir el naval español sin este sistema de incentivos?
¿Qué puede hacer el Gobierno para evitar la paralización?
¿Hay precedentes en Galicia?

sábado, 2 de julio de 2011

Que tería sido de Galiza sen a reconversión naval?



En dous libros técnicos, o entón vicepresidente da Xunta, Carlos Mella, defendía o futuro da construción naval e demandaba maior recoñecemento ao peso da produción enerxética en Galiza por parte do Estado. Era o 1984. As súas ideas acabaron en papel mollado e el foi destituído. Comezaba a reconversión naval. Que tería sido de Galiza se se seguisen construíndo barcos?

anosaterra.org

A fins de xaneiro de 1984 o vicepresidente da Xunta, Carlos Mella, presentaba o Libro Branco do Mantemento e Desenvolvemento da Capacidade Industrial de Galiza. Viña ser a contestación á “eutanasia industrial de Galiza”, como cualificaba Mella o Libro Branco da de Reindustrialización, presentado polo goberno central o verán anterior.
A Xunta, mediante este documento, desautorizaba punto por punto a política de desmantelamento industrial galego que propoñía o PSOE co apoio de AP.
Facíao en base aos datos oficiais do propio Estado e estivo elaborado por técnicos de todo o Reino de España.
Pero o Delegado do goberno central, Domingos García Sabell, afirmaba que “a reconversión non ten nada que ver coa política”, e tanto o alcalde de Vigo, Manoel Soto, como o gobernador de Pontevedra, Virginio Fuentes,  afirmaban que os que se opoñían “eran elementos desestabilizadores e alborotadores pagados”.
Na presentación do libro, Mella afirma que “a política do goberno central é mimética e totalmente continuísta da utilizada pola administración anterior.

Para o vicepresidente económico da Xunta (AP), Galiza era unha economía en transo de reindustrialización cando xurdiu a crise. O modelo de desenvolvemento seguido non era o axeitado, “pero agora, en vez de ofrecernos un modelo de desenvolvemento que supoña a diversificación e reindustrialización da nosa economía, que reequilibre os defectos estruturais crónicos que nos confiren un carácter de dependencia do resto do país, non se nos ofrecen máis alternativas que o desmantelamento dalgúns dos nosos sectores básicos, sen que se albisque a máis mínima compensación ao esforzo que se nos pide”.

Na introdución deste libro tamén se afirma que Galiza “foi motor do desenvolvemento español, polo esforzo dos emigrantes, das riquezas, das materias primas e dos seus excedentes enerxéticos, polo que non aceptamos, nin podemos aceptar alternativas baseadas na desertización industrial de Galiza”.
Afírmase que a estrutura industrial de Galiza “está totalmente descompensada”, que se construíron “verdadeiros enclaves industriais que contribúen á dependencia económica de Galiza, que o INI “tira máis recursos dos que inviste”, que “o nivel tecnolóxico da construción naval en Galiza é superior ao da media estatal, que a “construción naval se vai reactivar polo que no 1990 só sobrarían 439 postos de traballo... Que Galiza, por decisión política, vai pagar os recortes no naval; Astano nos grandes estaleiros e Ascón nos medianos.
Sete eran as medidas que propoñía a Xunta para coutar esa política de “eutanasia industrial”:
–Declaración polo goberno central de Galiza como zona de preferente localización na construción naval.
–Medidas encamiñadas ao desenvolvemento da industria auxiliar naval dentro dos planos de urxente reindustrialización.
–Descentralización a nivel autonómico e, aínda local, da responsabilidade dos estaleiros públicos.
–Mantemento a morte da “cota de mercado” do Estado español no mercado mundial.
–Aplicación en Galiza do baremo que permite o mantemento da cota de participación en grandes estaleiros e, tamén nos medianos e pequenos.
–Fundamentación de calquera plano de desmantelamento, baseado en hipóteses apriorísticas e non xustificadas economicamente.


–Dotar as nosas empresas de fluxos financeiros áxiles, suficientes e en liña cos países competidores.
Naqueles momentos, en Galiza o paro estaba a aumentar o triplo (6,62, fronte ao 1,91) que na media do Estado e as cousas irían a peor. A comezos de 1984 en Galiza había 150.000 parados.
A finais de marzo de 1984, Carlos Mella poñía outra guinda na análise da economía galega, co libro titulado Balance Enerxético Galego, dirixido polo catedrático Rafael Marcos, da Universidade Complutense de Madrid.

Afírmase que Galiza transfire o 50% da enerxía eléctrica dispoñíbel en proveito dos consumidores do resto do Estado. Que a comunidade autónoma deixou de percibir no ano 1982 máis de 8.000 millóns de pesetas en concepto de transferencias do seu excedente de enerxía a outras zonas.
Que o canon de enerxía eléctrica non compensa nin o consumo dos recursos autóctonos nin a diferenza relativa da renda interporvincial.
Que o complexo Alúmina-Aluminio actuou como elemento perturbador na economía galega, xa que a súa produción en Galiza non reflecte unha necesidade da súa estrutura económica senón que é o resultado dunha solución política centralizada e que o seu proxecto, intensivo en capital e enerxía, non significou a industrialización de Galiza, pondo en marcha en pleno proceso de aumento de custos enerxéticos, e que, malia consumir enerxía cun custo subvencionado do 40%, opera con perdas...
O que afirmaban estes dous estudos, considerados neutrais, era, nin máis nin menos, o que viña dicindo o nacionalismo desde os tempos da Revista de Economía Galega dirixida por Xosé Manuel Beiras, e que aparecía agora nos programas políticos do BNG.
Esas análises e propostas, idénticas ás realizadas agora pola Xunta, foron as que levaron a que as outras forzas políticas alcumasen os nacionalistas como “os do non”. Acusándoos de querer frear o progreso, os antisociais, os opositores por sistema, destrutores.... E moitos alcumes máis que aínda perviven dalgún xeito no imaxinario colectivo da dereita galega.
Malia iso, ao darse a coñecer eses dous traballos, “análises imprescindíbeis para saber que política realizar”, diría Mella, aínda vicepresidente da Xunta de AP, ninguén rachou as vestimentas publicamente nin realizaron comparanzas.

Os xornais tentaron minimizar esas conclusións, realizando unha lectura acomodada o máis posíbel aos seus intereses. A sociedade, maioritariamente, seguiu pensando o mesmo que pensaba.
Pero a maquinaría xa estaba en marcha para liquidar o roxo de Carlos Mella.
Como nos dixera a deputada Nona Inés Vilariño, “cando Manuel Fraga saiba disto, a que se vai armar”.
E armouse. Aínda que sen moito ruído. Fraga mandou, Xerardo Fernández Albor calou, os da “nova dereita galega”, achantaron, Xosé Luís Barreiro executou, Mella foise... e Galiza seguiu sen unha autonomía real, executando os planos de desmantelamento que viñan de Madrid.