Cada
vez que el tema del naval de nuestra Ría salta a la palestra, como
iniciativa de una agrupación o plataforma ciudadana ajena a las dos
grandes organizaciones sindicales, éstas, muestran tal desinterés, que a
veces parece como que todo lo que ellas dicen preocuparles no fuese más
que un espejismo para salvaguardar su reputación ante la ciudadanía. Y
esa actitud de desprecio hacia quienes también trabajan, (y en este caso
concreto, de forma total y absolutamente altruista) para intentar
encontrar soluciones a la situación actual de nuestro motor principal,
ya no es solo una afrenta para el propio colectivo que presenta la
iniciativa, sino que y por añadidura, esa actitud de menosprecio se hace
extensiva a la totalidad del colectivo que conforma el sector,
alargándose incluso, y debido a la capital importancia que tiene sobre
toda la comarca, al conjunto de la sociedad de Ferrolterra. Por tanto,
el desaire (ya no es la primera ni la segunda vez que sucede) del que
hicieron gala, además de éstas dos organizaciones sindicales, otros
colectivos como IU y las asociaciones empresariales, a la invitación
cursada por Rumbo 21 para conocer, analizar y discutir un documento
sobre el naval de Ferrolterra elaborado por la Plataforma, fue una
prueba más de que a determinadas instituciones hay que creerles la mitad
de la mitad de lo que dicen, a pesar del entusiasmo que luego
demuestran tener en otros foros.
Cuando
lo que está en juego es la supervivencia de esta comarca, nadie, ni tan
siquiera esas organizaciones, están en condiciones de despreciar el
esfuerzo que otros hacen para intentar encontrar soluciones. ¿Cuáles
fueron, hasta ahora, las aportaciones de esos colectivos para salvar al
sector naval de nuestra Ría? ¿Estar en la calle? Efectivamente eso
también es importante, claro que si, pero claramente insuficiente. Como
tampoco es suficiente con decir, como hicieron y repetidamente, los
empresarios, “aquí estamos, dispuestos para aportar nuestro grano de
arena. La salida al exterior no es nuestra primera opción“. No, hay que
hacer algo más. La defensa de nuestro sector naval sin duda pasa por
diversas vías, pero fundamentalmente, por aportar ideas nuevas. Y eso se
consigue, además de trabajando en ello, escuchando también a quienes
trabajan.
Hubo
quienes dijeron, a través de unas octavillas repartidas en las puertas
de Navantia de Fene y de Ferrol el día 5 de Marzo del año 2010, que
tenían un “ plan de futuro para Navantia “ .
Pues bien, pasaron más de tres años y uno se pregunta qué fue de ese
plan. ¿Dónde está? Y es que la solución a los problemas que sufre
nuestro sector naval no pueden quedar reducidos única y exclusivamente a
pedir las construcciones de la prometida sexta fragata y del Dique
Flotante. Como expresa, fundamentalmente, el contenido de la carta que
los presidentes de los comités de empresa de Navantia de Fene y Ferrol
remitieron al alcalde de la ciudad el 7 de Febrero del 2012.
Los
problemas de esta Ría, tanto actuales como de futuro, no tendrán
solución si no es a través del entendimiento general entre su sociedad y
el conjunto de sus organizaciones, al menos de la más representativas.
Pero claro, para que eso suceda,
algunos colectivos, por muy importantes que se consideren, tienen que
hacer un ejercicio de reflexión y entender que la supervivencia de un
pueblo es tarea común de toda su sociedad y no patrimonio exclusivo de
nadie. Todo lo que no sea generosidad en la predisposición para el
entendimiento y la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas, no
generará más que dudas y más dudas.
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