Los trabajadores denuncian el «desmantelamiento» del astillero
 
          
De la infrautilización a la parálisis. En un mes y
 medio, uno de los dos gigantes navales de la ría, la antigua Astano se 
quedará sin faena, abocada a tener sus instalaciones que ocupan unos 
800.000 metros cuadrados de superficie sin ninguna ocupación. Los 
trabajadores se han cansado en los dos últimos años de predicar en el 
desierto y la paralización ya es inevitable. En junio tendrá que estar 
listo la única e irisorria obra -la construcción de un bloque para los 
destructores australianos- que se lleva a cabo en el que fuera uno de 
los astilleros de referencia a nivel internacional, en el sector de los 
superpetroleros primero y en las plataformas marinas después.
El presidente del comité de empresa de Navantia 
Fene, Jorge Prieto, aseguró que esta misma semana espera tener una 
reunión con la dirección de la compañía en la ría para que explique las 
previsiones que maneja para la factoría. «Esto es el desmantelamiento 
del centro sin explicación ninguna», denuncia.
Con una presencia prácticamente testimonial de la
 industria auxiliar -en el fabricación del bloque para el destructor 
australiano solo están destinados una treintena de trabajadores de 
Nervión- las perspectivas para la plantilla directa, que en el astillero
 ronda las 200 personas, no son mejores. 
La mitad de este personal se 
encuentra ya en subactividad mientras que la otra mitad ejecuta tareas 
de oficina para la planta ferrolana, están en Reparaciones o en la 
división de la eólica marina.
«Observamos que no se está haciendo un 
mantenimiento programado de las instalaciones con la intención de 
trabajar», criticó Prieto, quien insistió en que «o aparece trabajo con 
urgencia o nos dirán que hacemos». El portavoz de los trabajadores 
aseguró que, frente al incumplimiento de todos los compromisos para 
dotar de trabajo al centro, «solo nos queda seguir manteniendo la 
presión».
Prieto subrayó la gravedad de la situación. 
«Después de treinta y tantos años de movilizaciones nos encontramos con 
que no hay un momento igual a este. Entre otras cosas porque la gente 
que sale del naval no tiene alternativas», afirmó. Por ello, insistió en
 la necesidad de que se dote con urgencia al centro, al igual que a la 
planta ferrolana, de carga de trabajo.
 
 
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