jueves, 25 de febrero de 2010

MÁS INCERTIDUMBRE NO, POR FAVOR

JESÚS VARELA RIVAS

Si ya teníamos poco en estos momentos con la situación que en niveles de desempleo se está viviendo en toda Ferrolterra, ahora y por como se encuentra la actual cartera de pedidos de nuestra empresa principal, Navantia, Ferrol una vez más, vuelve a tener la espada de Damocles sobre su cabeza, y es que la situación que de nuevo -de no ponerse remedio inmediatamente- vivirá la antigua Bazán a partir de mediados del próximo año, hará que se reviva una nueva y delicada situación, una situación ya de todos conocida, que una vez más llevará a cientos de trabajadores de las empresas auxiliares a la calle, engrosando así, aún más, las ya extensas listas del paro existentes en nuestras tres comarcas.

Y no se trata de alimentar preocupaciones en la ciudadanía ni de querer generar más desconfianza, pues con la que tenemos ya tenemos más que suficiente, qué va, sino de alertar sobre lo que va a ocurrir en Ferrol y comarca si nuestra empresa principal es incapaz de cerrar ningún contrato de forma inminente.

Es cierto que las cosas habría que intentar verlas desde ópticas más favorables y de manera más positiva, pero ello nos llevaría a ignorar la realidad, y consecuentemente, y lo que es más importante, a no afrontar el futuro inmediato tal y como se plantea. Dar la espalda y no hacer frente a los problemas equivale a eludir las responsabilidades y, por lo tanto, a renunciar a poner lo que en la mano de cada uno está para intentar llegar a la búsqueda de soluciones. A los problemas hay que intentar anticiparse, es la mejor manera en que se pueden combatir, porque luego, uno siempre va a remolque, y la búsqueda de soluciones siempre resulta mucho más dificultosa, y eso es lo que luego nos lleva a caer en el pataleo y en la lamentación. Y las lamentaciones posteriores nunca abrieron puertas, y mucho menos aquellas de los despachos que sí tienen las llaves para la solución.

La situación en estos momentos, es que Navantia terminará de cortar la chapa para el último australiano a finales de este año, y que sobre los meses de junio-julio del próximo año, los soldadores, armadores, tuberos y pintores, empezarán a pagar las consecuencias de esta falta de pedidos que hay en la actualidad. Es más, aún firmando algo en estos precisos momentos, a mediados del próximo año habrá trabajadores que inevitablemente tengan que ser regulados.

Un astillero como el que aquí tenemos y dedicándose en exclusividad a la construcción militar necesita de un período de aproximadamente dos años desde la firma de un nuevo contrato hasta el inicio de ejecución del mismo. Por lo tanto y para no agravar más la triste realidad que se vive en materia de empleo en nuestras comarcas, se hace necesaria y sin mayor dilación la firma, por parte de la antigua Bazán, de un nuevo contrato que permita ir sorteando las dificultades que ya se pueden ver en el horizonte.

Por eso, y ante la situación que estamos viviendo y por el panorama que se nos presenta, no es comprensible esa falta de interés y de compromiso que alcaldes como los de Fene y Ferrol mantienen con esa postura indolente y adversa a la reactivación del astillero de Fene, una reactivación que muy bien podría ser la tabla de salvación de nuestra ciudad y de nuestras tres comarcas.

Ferrolterra está llegando a unos niveles de desempleo tales que ella por sí sola no va a tener capacidad de recuperación, sobre todo teniendo en cuenta que el puerto exterior no podrá desarrollar al completo sus potencialidades por la falta de unas importantísimas infraestructuras como son el tren y la plataforma logística, así como por el incierto futuro inmediato de Navantia, nuestra empresa principal.

De todas formas y a pesar de todo esto, nuestro regidor, D. Vicente Irisarri, no ve motivos de preocupación, no entiende cómo la ciudadanía se puede sentir inquieta e intranquila, ni tan siquiera entiende (así lo dijo últimamente y de manera pública) cómo se puede pedir que Astano vuelva a construir barcos. Ferrol, dice él, está en fase de despegue.

Un despegue que seguramente y dada su peculiar forma de ver las cosas, él ve en: El galopante aumento del paro en nuestra ciudad y comarcas. En la caída en el censo de población. En la pérdida de población activa. En el envejecimiento de esa población que todavía, y de momento, no nos abandonó esperando que lleguen sus bíblicas premoniciones…etc. Ahora, lo único que nos faltaba a los ciudadanos de Ferrol, es que cumpla lo que él mismo dijo hace unos días, que es dedicarle más tiempo a su partido, como si Ferrol ya no necesitase de su dedicación exclusiva para salir del pozo en el que, según otros y no él, está sumido.
diariodeferrol.com

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