La comarca de Ferrol tiene tantas ganas de que Astano regrese al sector civil que solo en dos días brindó 2.000 firmas de apoyo a la plataforma Rumbo 21. Formada por devotos del naval, persigue el levantamiento del veto europeo antes de 2015. Su objetivo de lograr 15.000 rúbricas en cuatro meses está más que asegurado, como indica uno de sus portavoces, Jesús Varela.
- ¿Por qué nació Rumbo 21?
- Consideramos fundamental la reactivación de Astano. Queremos que el Parlamento de Galicia apruebe una proposición de ley considerando al sector naval como estratégico para la economía y priorizándolo legislativamente. La recogida de firmas servirá para apoyar esa proposición. El 98% de la comarca nos apoya. - Ustedes quieren adelantarse al levantamiento del veto
- A nadie se le escapa que el astillero necesitará un mínimo de tres años para volver a ser competitivo, tras el fin del veto. Nos situaríamos en 2018, si no surgen nuevos impedimentos por el camino. La crisis financiera tardará dos años en superarse, y tenemos que acelerar el motor para que Astano regrese en buenas condiciones al mercado.
- ¿Cómo está el mercado civil?
- En desaceleración, muchos contratos han sido cancelados. Aún así, en diciembre de 2008 el sector tenía pendientes de construcción 584 millones de toneladas. Y pese a la crisis, la construcción naval civil es la única que tiene trabajo asegurado para seis años, no depende del PIB nacional sino del mundial.
- ¿Quiénes están detrás de esta plataforma?
- Un grupo muy plural y diverso, desde catedráticos de universidad a personas como yo: que entré de aprendiz en Bazán a los 14 años y acabé como jefe de aceros en reparaciones. Rumbo 21 responde al sentido común.
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