EL PLAN DE EMPRESA DE NAVANTIA

Hace días este periódico nos refrescaba la memoria con una información del Tribunal de Cuentas, sobre los astilleros públicos desde la fusión de Bazán y AESA hasta la disolución de Izar y la creación de Navantia, en resumen: año 2000, la SEPI aprueba una reposición patrimonial de 252,4 millones de euros en AESA, ese año las pérdidas en los astilleros civiles fueron de 271 millones de euros. Año 2001, la fórmula fue reducir el capital social en 11,9 millones de euros, resultado pérdidas de 73 millones. Año 2002, se vuelve a engrosar el patrimonio social con 72,2 millones de euros y continúan las pérdidas, esta vez 124 millones.

En 2004 el gobierno socialista nombra presidente a Pedro Gómez Jaén, éste incorpora un nuevo equipo y da continuidad al director de Planificación Estratégica, Juan Taús Rubio. El criterio para el nombramiento de Pedro G. Jaén lo desconocemos, quizá su mentor político compartiese la declaración que según fuentes bien informadas hizo durante una reunión de directivos: “¡mi modelo de empresa es El Corte Inglés!”. Esta declaración era premonitoria de lo que podía ocurrir en la gestión del grupo, evidenciaba un desconocimiento absoluto del sector. Así se explica el nombramiento como Jefe de Aprovisionamientos de José R. Membrillera, antes empleado en una cadena de supermercados. El pasado año José R. Membrillera, (ahora director adjunto) declaraba que el nuevo programa SAP estaría instalado en Producción en julio (2008), en sustitución del Nécora. Ha pasado un año, y cuando tendríamos que estar volcados en sacar adelante la carga de trabajo, llevamos un año desviando nuestros esfuerzos y conocimientos en hacer posible que SAP construya barcos, convirtiendo a los trabajadores del astillero en usuarios. Estos directivos recientemente se han reafirmado en conseguir que un programa de contabilidad como SAP se convierta en un programa de producción.

Sobre la permanencia de Juan Taús, nadie encuentra explicación. De los datos económicos que se citan, el actual director de Planificación nos podría ilustrar; con su política de inversiones contribuyó a la inviabilidad de los astilleros civiles. ¿A qué se debe su continuidad?, ¿qué lo hace imprescindible?, ¿cómo puede estar diseñando el futuro de los astilleros militares? El señor Taús tiene 66 años; su aportación al sector naval puede comprobarse en los datos citados, pero el sector naval sí le aporta beneficios a Juan Taús. A saber: en ”Bazán” estaba suscrita una póliza (AMIC), a partir del 1 de enero de 1994, por la que se indemniza a todos los Técnicos Superiores, dependiendo de la antigüedad por rescisión de la AMIC. En 2001 la empresa contrata una póliza con la que aseguran 20 mensualidades a todos los que estaban en la AMIC, pero también incluyen a personas que no estaban en la AMIC ni habían pertenecido a Bazán. Juan Taús aparece como supuesto beneficiario y al parecer cobra más de 300.000 euros. Técnicos Superiores de Bazán fueron excluidos.

El Presidente y su equipo reciben una empresa saneada, con la mayor carga de trabajo de su historia. En el 2007 presentan un Plan de Empresa, (2007-11) dicen que “la misión” de Navantia es obtener resultados positivos y consolidar su posición como referencia en el mercado naval militar”. El cuadro de inversiones tiene una cuantía prevista de 171.087.000 euros. La evolución prevista de resultados era para 2008 de 10.200.000 euros de beneficios; para 2009, de 14.500.000 euros; para 2010, de 19.700.000 euros, y 20.200.000 euros para 2011.

Para conseguir su “misión” el Plan identifica actuaciones concretas. En el ámbito tecnológico, implantar y consolidar el SAP en todas las áreas, incluida producción. Disponer de sistemas que proporcionen una alta productividad tanto en su despliegue como su uso. Ya disponemos de ese sistema: el Nécora. ¿Por qué sustituirlo si está acreditado su funcionamiento? No tocar lo que funciona.

El Plan hace mención a la relevancia que tiene para Navantia la presencia en Australia con la adjudicación tanto del programa AWD como LHD. Los contratos que se derivan de estas adjudicaciones no sólo tienen importancia por su valor económico sino porque suponen una espléndida plataforma para su presencia cada vez más relevante en el mercado de la construcción naval militar.

Recientemente el Gobierno australiano se ha dirigido a Navantia exigiendo la visibilidad de la información entre el ALHD y el Nécora, según lo previsto en el contrato. El acceso al Nécora les es necesario para acceder fácilmente a la Producción, Compras e Instalación de la Información para apoyo de la vigilancia de la producción, propiedad intelectual. El Nécora, dicen, está visto como la forma más eficiente y eficaz de recursos para obtener acceso a la información en forma oportuna. Remiten una lista de información que el contratista necesita a través del Nécora: Planos, Certificados, Inspecciones de Producción, Test de Procedimientos, Sistemas de Apoyo a la Producción, Documentación en software, etc. Lo que el cliente valora, Pedro Gómez Jaén lo descalifica.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habla de ir hacia otro modelo productivo, apostando por la investigación e innovación, por tecnologías renovables y productos con valor añadido. El presidente de Navantia y su equipo contradicen estas medidas del Gobierno. Un ejemplo es que cuando el Plan habla de un sistema que proporcione alta productividad, piensan en eliminar la tecnología, en este caso un software propio; si nos referimos a energías renovables, retiran a Turbinas del mercado eólico.

Teníamos un programa propio de nómina, lo suprimen argumentando que nuestra nómina iba con el mes contable en lugar del mes natural. La nómina es un programa informático, pudo modificarse, ahora nos entregan dos nóminas, con la primera se aproximan a la cantidad a cobrar y con la segunda tratan de acertar, y SAP nos pasa la factura. SAP ha encontrado un filón en Navantia. El presidente Zapatero tiene que aplicar las medidas que está anunciando en una empresa de su responsabilidad como es Navantia.

Cambian el modelo organizativo, de la autonomía de los astilleros se pasa a la centralización absoluta (Ingeniería, Compras, Aprovisionamientos). Este modelo supone una plantilla en Madrid en torno a las 230 personas, 200 son personal directivo, 40 tienen categoría de directores, el resto (30) es personal de convenio. Es otro dato del desconocimiento del sector naval por parte del presidente Gómez Jaén. Como se viene denunciando la centralización dificulta la interacción necesaria entre Ingeniería, Compras y Producción, en la práctica es un alejamiento de las decisiones de los centros de trabajo, que es en donde se diseña, construye y desde donde habría que comprar y subcontratar. Esta estructura organizativa es cualquier cosa menos operativa, con direcciones duplicadas o triplicadas sin contenidos. Habría que añadir asesores que no figuran en el organigrama y jefes de prensa.

La Dirección toma las decisiones a 600 Km. de los astilleros y trasladan a sus Directores, (sin responsabilidad en Ingeniería, Compras y Aprovisionamientos) la responsabilidad sobre la construcción del buque.

En la cuenta de resultados de Navantia 2008 se habla de unas pérdidas de 83 millones de euros. Confirmados estos datos, se pasó de una previsión de beneficios en el Plan de 10.200.000 de euros a dichas pérdidas. Los responsables políticos del grupo no pueden continuar haciendo oídos sordos a las denuncias de mala gestión que se vienen realizando y dada la credibilidad que merecen la mayoría de los directivos de empresas y bancos, sería necesario una auditoría sobre la situación real del grupo. La gestión del presidente Pedro Gómez Jaén, de su director de Planificación Juan Taus y demás miembros del equipo, respaldados por el presidente de SEPI, Martínez Robles, ha sido un fracaso. Sobre la gestión y la prima de resultados (35% del salario de Pedro Gómez Jaén) se espera la opinión de la nueva ministra, Elena Salgado.

Navantia es el corralito de algunos, en una empresa pública no pueden continuar sucediendo estos hechos y otros que continúan, como por ejemplo el modelo de ingreso en Navantia. Hace unos días la vicepresidenta de Gobierno denunciaba que 530.000 licenciados en España no encontraban trabajo, le sugeriría que actuase donde tiene capacidad para corregir en alguna media esa situación, en esta empresa habría que regularizar el ingreso de los Técnicos Superiores, a través de un concurso público. Igualdad de oportunidades, claridad y transparencia. Esta dirección hace constantemente referencia a los acuerdos con Bruselas sobre los límites de la plantilla, pero facilita el ingreso a los de siempre.

Conclusiones, desde el punto de vista financiero hemos entrado en pérdidas. A nivel tecnológico, renunciamos a un software con valor añadido y a las energías renovables, el modelo de organización es una rémora que acelera la quiebra de la empresa. La gestión del presidente Pedro Gómez Jaén y su equipo ha sido un fracaso, o se toman medidas o nos hunden más rápido de lo previsto. Elegimos al partido socialista para solucionar problemas, no para crearlos.

JOSÉ MARTÍN RODRÍGUEZ y ADOLFO BERNAL LUIS GONZÁLEZ RAMOS (*) (*) LOS FIRMANTES SON CARGOS SINDICALES DE CCOO

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