Joseba Aitor Echebarría Sáenz, Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto y Doctor en Derecho por la Universidad de Valladolid, defiende que se explote la posibilidad de construcción civil de un 20% del total que autorizó la Unión Europea a Navantia, en el acuerdo de 2004, con el que solventó el cobro de ayudas ilegales de 1.500 millones de euros durante el gobierno de Aznar. En las Jornadas sobre Sector Naval desarrolladas en Ferrol abogó por esta opción “suave” como primera alternativa para lograr la reactivación de la antigua ASTANO, Navantia Fene, que con 350 empleados, mantiene infrautilizados 600.000 metros cuadrados de superficie, tres cuartas partes del total.
¿Cómo se podría revocar el veto impuesto por la Unión Europea que limita la construcción naval civil en Navantia Fene, antes Astano, hasta 2015?
Propiamente, un veto, no hay, lo que hay es una restricción. A mí lo que me encargaron es analizar un poco la situación ante el Derecho a la Competencia y el mensaje es que reactivar ASTANO, imposible, no es. Es difícil, pero imposible no. Hay un hueco, dentro del convenio que hizo España con la Unión Europea para poder reactivar el astillero, dentro de Navantia o incluso cediendo el uso de las instalaciones a terceros. Lo único que ocurre es que hace falta que el Gobierno español tome una decisión y que abra una comunicación con la Unión Europea para avisar qué va a hacer o establecer algún tipo de negociación.
Pero existe esa restricción de diez años fruto de un acuerdo al que se vio obligado el gobierno por las ayudas que la UE consideró ilegales…
Sí, bueno, la negociación es delicada, pero sin necesidad de modificar el pacto, hay algún margen. Por supuesto que sería mejor negociar con la Unión Europea, abriría más puertas. Y estamos en un momento en el que precisamente por la crisis no es malo, se están dando ayudas a sectores industriales, que difícilmente pasarían el control del Derecho de la Competencia, y estamos en un momento en el que se está tratando de reactivar el empleo. Este es un sector en el que puede haber reactivación, hay demanda, y se puede dar economía productiva. En ese sentido, yo creo que no es el peor marco para negociar con la Unión Europea, ha habido momentos peores. Eso sí, la negociación sería delicada.
¿Cuáles serían esos otros márgenes de negocio, sin revisar el acuerdo con Europa?
A Navantia se le concede un 20% de su facturación para construcción civil. Ese 20% puede ser de diez, de cien o de doscientos, todo depende de lo que facture Navantia, y es un volumen de construcción y de facturación que habría que concretar, habría que ver qué margen queda, para que aquí se pueda desarrollar una actividad que entre dentro de ese 20%. Insisto, ¿cuál es el precio de la construcción militar, cuánto cuesta un portaaviones? Realmente, son precios políticos, y la facturación de las armas de guerra tiene precios políticos. Si sobre eso fijamos un 20%, el margen para construcción civil es bastante elástico.
El sector naval, que hasta ahora ha respondido bien a la crisis, comienza a dar síntomas de flaqueza y a resentirse económicamente. En este contexto, ¿habría salida para esos 600.000 metros cuadrados de terreno ocioso de Navantia Fene?
Los expertos dicen que de momento hay demanda. Los pedidos navales se hacen con años de antelación, se ven afectados por las crisis a más largo plazo. Como ciudadano, entiendo que no es fácil construir un astillero en nuestra geografía ni por la Ley de Costas que tenemos ni por los costes del astillero, y que astilleros como el de Fene tenemos muy pocos en España. Ese es un activo que tenemos en este país. Sería una tontería poner cualquier tipo de industria que puede estar en otro lado o una urbanización o un Carrefour. Ese es un activo de este país, y es una pena que los activos queden sin utilización. La construcción naval es un sector que se mueve a largo plazo y el activo que tenemos ahí es de todos los españoles, y no lo podemos dejar morir.
Fije tres puntos concretos con los que un gobierno español debería llegar a Bruselas para plantear la reapertura de negociaciones.
En primer lugar, ya han pasado cinco años de cumplimiento del convenio. En segundo lugar, Fene no fue una gran beneficiaria de las ayudas ilícitas, en tercer lugar, estamos en un contexto de crisis en el que hay que reactivar el empleo. Pero insisto, se podría avisar de que dentro del convenio queda un margen para construcción civil e intentar convencerles de que eso no afecta al convenio ya establecido, la opción suave para reactivar el astillero y en 2015 quedar libres para desarrollar la labor que se considere conveniente.
xornal.com
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