La adjudicación del contrato para la fabricación del barco se producirá un año después de anunciado el acuerdo
La licitación internacional anunciada por Pemex
para la adquisición de un buque hotel ya está en marcha. Se trata de un
proceso en el que participa Navantia, que en las últimas semanas ha
estado trabajando en la elaboración de su propuesta. El pasado martes se
cerró el plazo para la presentación de la documentación para la
precalificación de las ofertas.
De acuerdo con el cronograma establecido por la
petrolera mexicana, no será hasta dentro de dos meses cuando se resuelva
definitivamente el proceso. Así, si se cumplen los plazos fijados por
Pemex, el próximo 8 de agosto la empresa comunicará a los astilleros si
sus ofertas han sido precalificadas o si se quedan fuera del concurso.
Tras un período para realizar las aclaraciones a la documentación, la
apertura de las ofertas se llevará a cabo el día 26 del próximo mes,
mientras que la notificación del fallo se llevará a cabo el 18 de
septiembre.
Sin embargo, la compañía pública mexicana ha
establecido que la firma del contrato se efectuará dentro de los quince
días posteriores a la notificación de la adjudicación, por lo que podría
demorarse hasta primeros de octubre.
Se efectuará más de un año después de que se
celebrase en Santiago el acto de firma del acuerdo entre la anterior
cúpula directiva de la empresa y los astilleros Navantia e Hijos de J.
Barreras. Pocos días después de aquello, la compañía admitió que la
construcción de los dos buques hotel -presupuestados en 180 millones de
euros cada uno y con un plazo de ejecución de 30 meses- tendría que
pasar por una licitación internacional en la que serían invitados a
participar también una docena de factorías.
Suspicacias
Este anuncio levantó las suspicacias de los
trabajadores de las dos factorías navales y de los grupos políticos de
la oposición, aunque PMI, filial de Pemex, insistió en su compromiso de
que los barcos se efectuarán tal y como se había anunciado y se
construirían en Galicia, ya que, en el supuesto de que no resultasen
vencedores en el concurso, se fabricarían igualmente y luego se
ofrecerían al mercado naviero internacional.
La pasada primavera, Pemex anunció que entraría
en el accionariado del astillero vigués, con la adquisición del 51% del
capital. Su presidente, José García Costas, explicó que con esta compra,
Barreras no tendría que pasar por la licitación internacional, al
pertenecer ya a la empresa. Los trámites para la entrada de la petrolera
mexicana en la planta olívica aún no han concluido, en parte debido,
según informó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, a que
Pemex estaba revisando el posible impacto del fallo de Bruselas sobre el
regimen anterior del tax lease sobre los acuerdo en Galicia.
En realidad, la empresa estaba pendiente de
conocer si el astillero Hijos de J. Barreras podría verse afectado por
la reclamación de la devolución de los incentivos de los contratos
firmados con el último tax lease o, tal y como aseguró el comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, no repercutirá negativamente en las factorías.
Llegó a barajarse la posibilidad de que fuese
Barreras el que subcontratase a Navantia la construcción de su buque
hotel, aunque finalmente la participación de los astilleros públicos
españoles en el proceso descarta esta opción.
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