José Ignacio Naveiras Portavoz del comité de Navantia
28 de octubre de 2012
05:00
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¡Hagámoslo, pero hagámoslo bien!
28 de octubre de 2012
05:00
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A finales de 2004, CC.OO. y UGT pactaban con el
Gobierno de Zapatero una reconversión que suponía la prejubilación y
destrucción de 1.400 puestos de trabajo directos en los astilleros de la
ría, otros 2.000 indirectos, y prorrogaba el veto de Astano a la
construcción civil hasta 2015.
Con ese acuerdo, el Gobierno del PSOE pactaba una
nueva reconversión con la UE, en contraprestación a una posible sanción
por ayudas ilegales a los astilleros públicos, nunca demostradas, y
nunca recurridas por el Gobierno de Zapatero, siguiendo así la senda
iniciada por el ministro Solchaga, en 1983, cuando nuestro sector naval,
motor económico de Ferrolterra, sintió por primera vez las políticas
destructivas centradas en la reconversión del sector.
Recientemente, la falta de gestión comercial
eficaz por parte de Navantia produjo en los últimos años el mayor
período de sequía en cuanto a pedidos se refiere: seis años sin un solo
contrato.
En este contexto nació el proyecto del dique
flotante, un proyecto que permitiría no sólo dotar de carga de trabajo
inmediata a Navantia, sino muy especialmente permitir que el astillero
se convierta en un referente en el mercado de reparaciones de grandes
buques.
Esta iniciativa, apadrinada por el Colegio de
Ingenieros Navales de Galicia, contó con el respaldo expreso del
Gobierno Feijoo desde el primer momento. A los que hoy se apuntan a la
pancarta cabe recordarles que el Gobierno socialista dijo no a la
construcción del dique, y que solo desde la oposición han comenzado a
reivindicarlo. A los que ahora promueven manifestaciones, y trataron de
hacer campaña electoral, cabe preguntarles dónde han estado en los
últimos años, cuando el Gobierno socialista dejaba a su suerte a nuestro
naval. De socialistas y nacionalistas hay que lamentar, también, que no
hayan sido capaces de alegrarse del contrato conseguido por el Gobierno
de Feijóo para la construcción de un buque flotel para Pemex, que va a
dar trabajo a 1.500 trabajadores, tanto en Navantia como en las
industrias auxiliares de Ferrolterra, durante los próximos dos años y
medio.
Ahora bien, identificadas las responsabilidades
de cada uno, cabe exigir que el Gobierno central haga justicia con una
ciudad tantas veces castigada. El dique es la oportunidad de ampliar
nuestras capacidades en el sector de Reparaciones.
Y por eso, desde
Ferrol reclamamos a la SEPI que se estudie con rigor el proyecto, que se
avance con pasos firmes y seguros, pues permitiría duplicar la
facturación de Reparaciones, y generaría un buen número de puestos de
trabajo. En estos meses se ha hecho un trabajo serio y riguroso para
avanzar en el proyecto del dique. Es evidente que hay que hacer
consultas con la Unión Europea. Más aún teniendo en cuenta los
antecedentes del Comisario Europeo de la Competencia, el socialista
Joaquín Almunia. Hagámoslo, pero hagámoslo bien.
Mentir non pode saír gratis
Ignacio naveiras
Fai xa case dous anos que os traballadores dos
estaleiros denunciábamos que de non concretarse pedidos o deterioro do
sector naval arrastraría á economía da comarca. Tras o lustro con máis
carga de traballo que se recorda descoidábase a acción comercial e a
oportunidade de apuntalar o futuro con encargos estranxeiros cando xa se
intuía unha máis que posible rebaixa da demanda por parte da Armada
Española. Incluíamos unha reivindicación complementaria á carga de
traballo, o dique flotante, como solución en dúas vertentes xa que
aportaría emprego inmediato e reforzaría o presente e o futuro da área
de Reparacións, na que somos referencia mundial.
A estratexia dos traballadores e traballadoras
estendeuse dende as fábricas ata a ó ámbito político e social e tivo
reflexo en varias mobilizacións cidadáns multitudinarias. Recabamos
apoios de todo o espectro político pero especialmente comprometidos co
dique apareceron os responsables do PP que naqueles intres eran
aspirantes ó Goberno Central. Compromisos arrancados nesa etapa forzaron
despois, tamén en época preelectoral das autonómicas, anuncios
precipitados de traballo (remolcadores, quimiqueiros, floteis, etc.)
pouco ou nada cribles e con datos falsos de creación de emprego.
Constituíuse a mesa de seguimento do dique e mesmo Navantia modificou a
súa opinión sobre o mesmo. A unanimidade na reclamación foi absoluta se
temos en conta o feito nada común de que o empresariado do naval, mais
afeito a recoller que a sembrar, facía propostas de participación e
comprometíase no proxecto ofrecendo alternativas concretas. Piden os
políticos unhas semanas mais, boas sexan, pero non para dilatar. O PP
ten que cumprir e non escudarse tras Bruxelas ou Almunia como sempre
desconfiamos. Sen compromiso político non hai futuro en Ferrol para
traballadores, sector servizos, empresarios (xa sexan ou non do naval)
nin haberá futuro para os propios políticos.
É certo, os votos xa están
recontados, pero non menos certo é que a herdanza recibida non vale como
desculpa cando ven dun goberno amigo. Parafraseando a Feijoo só queda
esixirlle a él mesmo, a Javier Guerra, a Bernardo Tahoces, a Rey Varela,
a Miguel Tellado e a todos os responsables que se comprometeron que
movan o cú e obriguen ó seu partido en Madrid a cumprir co dique pero
tamén coa carga de traballo real, ou dimitir inmediatamente. O reconto
do domingo pasado foi de votos non de cheques en branco e por iso os
traballadores continuaremos na loita ata que cumpran.
Ferrol no está pidiendo limosna
28 de octubre de 2012
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Mi hija mayor tiene 8 años. No hace mucho me
preguntó: «¿Papá qué es el dique flotante?» Acababa de venir de dar un
paseo con su abuela y cruzaron por la plaza de Armas donde los
trabajadores de Navantia estaban demandando la construcción del dique.
Intenté explicar de una manera sencilla:
-Esos señores se dedican a reparar barcos
-!Como tú, papá!
-Sí, hija. Tienen un problema, el taller donde reparan los barcos se les quedó pequeño y los barcos no caben.
-Ahhh, ¿Y qué van a hacer?
-Fueron a pedirle al señor alcalde que les construya un taller más grande para poder reparar los barcos
-Claro, ¿Y qué les dijo el alcalde?
-Que no le llegan los euritos que tiene y se los tiene que pedir a su jefe.
En estos días donde la competitividad prioriza y
los mercados nacen, crecen, se modifican, se transforman, (e incluso)
algunos mueren, la comarca de Ferrol no puede permitirse el lujo de
perder esta competitividad. Ferrol es punto neurálgico de la reparación
naval de buques de gran porte, aparecemos como centro de reparaciones en
las bases de datos de miles de armadores de todo el mundo, transiten o
no por las costas gallegas.
En la actualidad somos una referencia en el
mercado, gracias al trabajo realizado durante muchos años por grandes
profesionales a todos los niveles de la cadena de mando. Pero como en
cualquier negocio para mantener el nivel de competitividad y servicio es
necesario invertir.
Ferrol no esta pidiendo limosna, estamos pidiendo
compromiso con la comarca, estamos pidiendo que se invierta en la
modernización de unas instalaciones que con el esfuerzo de muchos
profesionales de Ferrolterra vamos a amortizar y rentabilizar.
Ferrolterra necesita mejorar/modernizar/ampliar
las instalaciones de Carenas, y si además conseguimos mantener la carga
de trabajo de los astilleros de nueva construcción hasta que no lleguen
esos ansiados pero lentos contratos militares internacionales, perfecto.
Se han presentado alternativas de cofinanciación y participación
público-privada, estoy seguro que el empresario gallego que entiende el
negocio está dispuesto a invertir, a participar, a ayudar para sacar
este proyecto adelante. Nos jugamos mucho todos.
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