El sector naval gallego está hoy un poco mejor
que ayer. Barreras y Navantia tienen 1,5 millones de horas contratadas,
con ocupación para treinta meses con un total de 3.000 empleos a lo
largo de ese período (no tiene por qué significar 3.000 todo el tiempo).
No hace falta subrayar que el contrato anunciado ayer por la Xunta,
Pemex y los astilleros no es la solución a todos los males -que no son
pocos- de un sector esencial para la economía gallega. Pero carecería de
rigor restar a la noticia el valor que tiene, aunque solo sea porque,
por ejemplo en el caso del astillero público ferrolano, es el primer
contrato en cinco años.
Con lo contaminados que están los debates, máxime
en vísperas de unas elecciones, quizás se retuerzan hasta el absurdo
los argumentos a favor y en contra. Pero hay algo evidente y positivo:
el empeño de Núñez Feijoo en encontrar salidas a un sector tocado de
muerte ha dado, al menos, un fruto. También la presión de los
trabajadores. El presidente de la Xunta asumió un trabajo que quizás no
sea de su estricta competencia estatutaria, pero que rinde beneficios a
Galicia. Se ha embarcado en la política comercial de la que, como tantas
veces se ha dicho, carece una de nuestras principales industrias.
Pero del mismo modo que deben reconocerse los
resultados, es buen momento pare recordar que el trabajo no ha
terminado. Si hace cinco años, cuando se llenaron las gradas y las
carteras de pedidos, se hubiese mantenido la acción comercial y
diplomática a los más altos niveles; si desde Santiago, Madrid y
Bruselas se hubiese comprendido lo vital que para Galicia es el naval,
hoy no estaríamos en esta situación de extrema gravedad. Por eso debe
trabajarse para cerrar otras negociaciones -alguna de muchísima
envergadura- y por construir el dique flotante que Ferrol demanda para
seguir liderando el sector de las reparaciones. Porque una cosa no quita
la otra.
La patronal ferrolana felicita al presidente de la Xunta y al alcalde

El presidente de la Confederación de Empresarios de Ferrol, Eume y Ortegal (Cofer), Isidro Silveira Rey, consideró que la firma del contrato es una buenísima noticia para la comarca. “Es un paso enorme, una alegría tremenda”, señaló el representante de la patronal, que quiso felicitar expresamente al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y al alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, por este logro.
Silveira apuntó que solo se pueden extraer consecuencias positivas del acuerdo, aunque reconoció que los astilleros de la ría necesitan continuar en este camino y mejorar las instalaciones del área de reparaciones.
Por su parte, el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, que ayer acudió a Santiago para presenciar la firma del acuerdo, declaró que “é a mellor noticia que podía ter Navantia e, polo tanto, tamén a mellor para esta comarca que ten no naval un sector estratéxico para o seu presente e futuro”. El regidor local destacó que el presidente de la Xunta “cumpriu coa súa palabra” y agradeció a los trabajadores de Navantia “o traballo que fixeron durante este verán, moitos deles quedando sen vacacións para presentar unha oferta competitiva que ten permitido á factoría de Ferrol facerse con este contrato”.
Quiso también expresar su satisfacción por el contrato el alcalde de Neda, Ignacio Cabezón Lorenzo, que subrayó la gestión directa de Núñez Feijóo en la negociación del mismo y el compromiso de su gobierno con el sector naval gallego. n M.M.
EN DIRECTO
Dos clones del "Edda Fides"
De 131 metros de eslora, las embarcaciones tienen capacidad para 600 personas, helipuerto, zonas de ocio, gimnasio y cine
J.C. - VIGO
El Edda Fides ha sido la clave de los contratos de Pemex con Barreras y
Navantia. Este buque botado en Barreras en abril del año pasado fue uno
de los primeros construidos en todo el mundo para servir de apoyo y
alojamiento a los técnicos que durante varios meses al año se dedican a
reparar y a modernizar plataformas petrolíferas. Y los nuevos buques
encargados por la petrolera mexicana son una copia de este proyecto.
Según precisaron ayer fuentes de Pemex en España, los barcos tendrán 131
metros de eslora por 27 de manga y 7,3 metros de calado; una velocidad
máxima de 12 nudos y capacidad para acoger a 600 personas. Los buques
también tienen capacidad para transportar contenedores en seco y
refrigerados, cubierta de trabajo para mantenimiento de instalaciones
"costa afuera", helipuerto y alojamientos de alto estándar (con zonas de
ocio, gimnasio, salas de cine, etc.). Según las mismas fuentes, con
estos contratos "hemos pasado de las intenciones a los hechos", y
recalcaron que son fruto del acuerdo alcanzado con la Xunta el pasado
mes de marzo.
La plantilla de Barreras respira aliviada, y la de Ferrol se muestra escéptica
Con un sector naval hundido en la mayor de las
crisis de ocupación de su historia, la firma de los contratos de
Navantia e Hijos de J. Barreras con Pemex fue acogida ayer con
satisfacción en Galicia. Los trabajadores de los astilleros públicos de
la ría de Ferrol valoraron positivamente el encargo, por cuanto se
produce en un momento de caída drástica en la ocupación y de gradas
vacías, pero cuestionaron las cifras de empleo divulgadas en torno al
nuevo contrato. «Axúdanos a coller aire, pero o contrato
non despexa por si so o futuro do naval e por iso vamos seguir
insistindo na necesidade do dique flotante», afirmó Jorge Prieto,
presidente del comité de la antigua Astano. Aludía así a la
infraestructura por laque mantienen un encierro en el Concello
ferrolano desde hace nueve días y en cuya fabricación podrían trabajar
unas 2.000 personas. Ignacio Naveiras, portavoz del comité de Ferrol,
rebajó hasta 400 la cifras de empleo del encargo y criticó a la Xunta y a
la SEPI por vender, en ese sentido, «una mentira para Ferrol».
Una lectura bien distinta la realizó el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, quien calificó la jornada de ayer como «o mellor día dos últimos cinco anos» para la ciudad y subrayó que «é a primeira vez na historia da Xunta que o seu presidente consegue un contrato para Navantia».
El presidente de la patronal ferrolana y
empresario del naval, Isidro Silveira, también saludó los esfuerzos
realizados tanto por Núñez Feijoo como por el alcalde para buscar
soluciones a los problemas del naval, aunque insistió en la necesidad de
continuar ampliando la capacidad en reparaciones.
Para los trabajadores de Barreras, la firma del
contrato con Pemex es una buena noticia que no podía llegar en un
momento mejor. «Tener un buque firmado cuando el astillero acaba de
salir del concurso de acreedores es algo casi heroico. Ni en la mejor de
las hipótesis nos podíamos imaginar estar cerrando carga de trabajo con
una situación tan complicada en el mercado», afirmó Sergio Gálvez,
presidente del comité de empresa de Barreras. A falta de conocer los
plazos detallados del pedido, el sindicalista avanza que el contrato
podría entrar en vigor en octubre, con lo que el astillero vigués podría
iniciar el corte de chapa el próximo mes de enero. «Se trata de un
buque de elevada tecnología y una demostración del prestigio que sigue
teniendo Barreras».
Asime, la Asociación de Industrias del Metal de
Galicia, considera que el doble contrato firmado con Pemex va a ser el
comienzo de la resurrección del sector. «Esta noticia puede suponer el
inicio de la recuperación del naval gallego, máxime cuando un contrato
se llevará a cabo en la ría de Ferrol y otro en la ría de Vigo, áreas en
las que la actividad había decaído de una manera importante en los
últimos años», afirmó su portavoz, Enrique Mallón. Está claro que la
firma de estos dos contratos hace un tiempo no representaría un hecho
tan significativo como en estos momentos de escasez de pedidos en
nuestros astilleros e industrias auxiliares», añadió. Asime confía en
que los malos momentos y el sufrimiento padecidos por el naval «no se
vuelvan a repetir».
«El contrato es una demostración del prestigio que continúa teniendo Barreras»
Sergio Gálvez
«El problema del naval ferrolano no va a estar ni mucho menos solucionado con este contrato»
Ignacio Naveiras
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