martes, 7 de agosto de 2012

SI, PERO…..

          


          Si tuviésemos que asociar ésta frase con alguien, ¿Con quién la relacionaríamos? ¿Verdad que pensaríamos en la clase política? Y es que realmente, ese tipo de expresiones es algo muy suyo, es ciertamente, una de esas cuestiones que les caracteriza e identifica. Si, eso de dar la razón para a continuación pronunciar el clásico pero, es algo que todos ellos, los políticos, hacen con verdadera maestría. Como nadie.

          Todos ellos, hasta los de más alto nivel, dicen siempre estar sujetos a las decisiones del partido. Dicen que ellos son simples peones y que por lo tanto, todos sus movimientos van siempre en consonancia con las exigencias de la organización, aunque esto último, casi siempre lo suelen disfrazar con el llamado interés general. Y en ese contexto, todos dicen igualmente que hay que poner orden en la estructura del Estado. Todos asienten cuando de la sobredimensión de  las diferentes administraciones del Estado se habla. Todos ellos reconocen los excesos actuales en la burocracia, sin embargo, cuando se quiere hablar en serio del asunto  para subsanar esos excesos, curiosamente es cuando  comienzan a surgir todos esos peros. Los peros que ellos utilizan con suma destreza para, generalmente,  preservar sus propios intereses individuales.

          Hoy y de forma mayoritaria,  la sociedad española demanda la desaparición de las Diputaciones, la eliminación del Senado, la reducción del número de ayuntamientos, la rebaja en el número de diputados, tanto en los parlamentos autonómicos como en el central….etc, pero claro, con sus intereses hemos topado. ¿Y por qué? Pues porque en España tenemos un tipo de políticos que defienden o condenan en función de la situación en la que se encuentre su partido, o lo que es lo mismo, de cómo se encuentren ellos mismos. Lo que desde la oposición se critica hoy, mañana y ya en el poder, se justifica ¿O no es así?

          Desde hace algún tiempo se viene apuntando, a través de la fusión, a la eliminación de ayuntamientos como uno de los elementos básicos para el adelgazamiento de las estructuras administrativas del Estado, y ¿cuál fue, a día de hoy, la respuesta mayoritaria dada desde las instituciones municipales? Pues que antes de pensar en fusionar hay que pensar en mancomunar servicios. Que eso era ahora lo realmente más viable y recomendable. Y claro uno se pregunta ¿por qué es más viable y recomendable mancomunar servicios que fusionar? Con la fusión ya todo queda mancomunado. Pero ¿más viable y recomendable para quien, para los ciudadanos o para ellos, los políticos? Tengamos siempre presente que eso es lo que dicen los que hoy están gobernando en esas instituciones, pero sin duda, eso mismo será también lo que digan dentro de unos años quienes en ese momento sean los que estén gobernando.

          Muchas, muchísimas de las personas que están dedicadas a la política nunca hicieron nada fuera de ella. Unos porque no saben hacer otra cosa y otros, porque ya perdieron el hábito de trabajar y al mismo tiempo, adquirieron el de vivir muy cómodamente a cuenta de los demás.          Por lo tanto, no esperemos – en la mayoría de los casos – ni voluntad ni facilidades por parte de ellos para llevar al cabo esos cambios que sin duda ayudarían a mejorar la vida de todos los españoles.

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