viernes, 23 de diciembre de 2011

Noruega excluye a Navantia para construir un buque logístico


"La formula 1 del Naval". Así están las cosas.Querían solo construcciones militares, y abandonaron todo el sector civil.Ahora a apechugar...

Partía con condiciones ventajosas, pero finalmente Navantia ha quedado excluida del concurso abierto por la Marina de Noruega para la construcción de un buque logístico. De nada ha servido la relación de diez años que vinculó a la Marina nórdica con los astilleros de la ría de Ferrol, que le fabricaron cinco fragatas basadas en las F-100 españolas, ya que Navantia no solo ha perdido todas las opciones en el concurso sino que tampoco ha logrado situarse en la conocida como lista corta, es decir, entre las tres factorías con las mejores ofertas. Se pierde así la posibilidad de generar varios años de ocupación a las factorías de Fene y Ferrol.
La decisión de la Armada noruega, dada a conocer ayer, cayó como un mazazo en la empresa pública, que confiaba en la competitividad de su propuesta. No obstante, esta superaba en precio los requerimientos de la Marina, aunque fuentes conocedoras del concurso afirmaron que el coste de los modelos de otros competidores también era superior a lo exigido.

El contrato beneficiaría a los astilleros de la ría de Ferrol, que no reciben nuevos encargos de buques desde el verano del 2007, es decir, llevan los últimos cuatro años y medio viviendo de los contratos anteriores. Las plantas públicas habían presentado la oferta el pasado día 14 de octubre, después de que el Ministerio de Defensa del país abriese un concurso internacional en el que también participaban los principales astilleros europeos -franceses, alemanes e italianos, entre otros- y coreanos. Noruega había anunciado que asignaría alrededor de 150 millones de euros a la construcción del barco logístico, destinado a proporcionar víveres y combustibles a otros buques militares en alta mar. El modelo con el que competía Navantia, similar al Cantabria español, sube de los 220 millones. Entre los requerimientos exigidos por la Marina nórdica figuraban los de que pudiese navegar en aguas heladas, que portase grandes bodegas para albergar carga rodante, como camiones y tanques, y un amplio hospital.

En el dique seco
Noruega aún no envió a Navantia la comunicación oficial que explique las causas por las que ha rechazado su oferta, y tampoco se conoce cuáles son los tres astilleros que se mantienen en el concurso, que se resolverá en el 2012. Pese a que desde el año 2000 hasta hace pocos meses, período de desarrollo del contrato de construcción de las cinco fragatas para la Armada nórdica, se produjeron algunos desencuentros, principalmente con la primera de las naves, estos quedaron solventados y por ambas partes se subrayaron sin descanso las buenas relaciones. «Navantia ha sido capaz de conseguir un importante contrato con la Armada noruega con una competencia internacional muy fuerte. Hay muy pocas buenas razones por las que Navantia no puede repetirlo en el futuro», habían declarado altos cargos del país en relación a este concurso, que finalmente no beneficiará a Galicia.

Con los presupuestos del Ministerio de Defensa en plena contracción por la crisis económica, los responsables de la compañía pública centraron en el mercado exterior las mayores posibilidades de lograr nuevos encargos. Sin embargo, la mayoría de los países con programas navales apuestan por rentabilizar las inversiones en nuevos buques en sus propios territorios, conscientes del impacto positivo sobre el empleo que va ligado a la fabricación de barcos. Por ello, la mayoría de los contratos por los que compite Navantia son de diseño de los navíos y de transferencia de tecnología, pero no generarían ocupación directa en las plantas de la ría ferrolana.

Sin embargo, en Noruega, la empresa pública tenía puestas grandes esperanzas, por cuanto, de ganarlo, su construcción se efectuaría en las factorías de Ferrol y Fene, opción que acaba de esfumarse. Además, Navantia también está presente en el concurso Prosuper, abierto por la Marina de Brasil, de 11 nuevos buques, aunque solo uno, una fragata, se fabricará en el astillero ganador. No obstante, la competencia es dura, ya que plantas como las italianas o las alemanas cuentan con el respaldo al más alto nivel de sus respectivos Gobiernos, que han reforzado la vía diplomática y política con el Ejecutivo brasileño.

Otro de los países en los que tiene opciones de lograr nuevos encargos es Turquía. La firma que dirige Luis Cacho está muy bien posicionada, con una propuesta basada en el Juan Carlos I español, aunque, de ganar el concurso, que se resolverá en pocos meses, solo se ocupará del diseño y transferencia técnica.

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