Más que el veto, el problema del naval civil es que el 90% de los contratos se van a Oriente

Luis Cacho llegó a Navantia en el equipo de Aurelio Martínez, que dirigirá la nueva etapa de Loterías y Apuestas del Estado. Cacho, perteneciente al cuerpo de técnicos comerciales y economistas del Estado, fue director general de Cofides, de Política Alimentaria en el Ministerio de Agricultura y consejero económico y comercial de las Embajadas de España en Pekín, La Habana, Bucarest y Sofía. Su último año profesional ha estado marcado por el negocio naval militar, que cerró el 2010 con una facturación cercana a los 1.600 millones de euros y un volumen directo de 5.000 empleos, más de 2.200 en la ría ferrolana.

-Después de las negociaciones con la UE, ¿renuncian a negociar la supresión del veto que pesa sobre la antigua Astano?

-Más que el veto, el problema del naval civil es que el 90% de los contratos se van a Oriente. Te pueden levantar el veto, pero si la demanda de buques mercantes está limitada, no te vale de nada. Realmente, si medimos en los tiempos en los que se desarrollan los programas navales, el 2015 está ahí a la vuelta de la esquina. Navantia no ha abandonado ni mucho menos el sector civil, pero hay que ser realistas y vemos que si bien está empezando a repuntar este mercado, el 90% de la contratación se está yendo allí.

-¿Cuáles son los planes para la fábrica de Turbinas del astillero ferrolano una vez que han fallado las expectativas de conseguir pedidos en el plan eólico gallego?

-La fábrica no abandona el mercado eólico, y de hecho está en conversaciones con dos tecnólogos de talla mundial para intentar alcanzar un acuerdo para producir. En el mercado gallego, las expectativas están en la parte de renovación y suministro de nuevas máquinas, como en Portugal y Andalucía.

-¿Cómo valora el nivel de la industria auxiliar, indispensable ya en las obras de Navantia?

-Los que tienen una política comercial clara y capacidades están dando el salto de la internacionalización, y en algunos casos con visión profesional y moderna. En Brasil hemos coincidido con empresas gallegas, y estamos seguros que de una forma u otra nuestros caminos se estarán cruzando, y creo que será muy útil para todos.