Viernes, 25 de Febrero de 2011 00:00 Jesús Varela Rivas
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Desgraciadamente así es, pues en verdad y por lo que ahora mismo hay, con la puesta en quilla del primer bloque del “Adelaide”, para Navantia Fene-Ferrol comenzó la cuenta atrás. La botadura del “Canberra” dejó, en estos precisos momentos y por las circunstancias que atraviesa la compañía aquí en Ferrol, un cierto sabor agridulce, pues a la satisfacción por como resultó el evento del lanzamiento del buque al mar, hay que añadir ahora la incertidumbre que genera el que el actual, sea el último contrato que tiene la factoría, y eso significa, tener que comenzar a afrontar –si no se adoptan otras medidas y con carácter urgente– serias dificultades en el futuro más inmediato.
¿ Y en dónde radican los males de esta situación? Sin duda son muchos y variados, no hay un solo motivo, claro que no. No obstante, uno de ellos también lo pudiera ser la pasividad y el nivel de acomodo al que llegó el conjunto de los trabajadores, como consecuencia de determinados comportamientos de algunos sindicatos llamados de clase, y de ahí, esa situación de incertidumbre que de cara al futuro más próximo, vive la factoría.
¿Cómo es posible que la noticia más relevante que se transmitió a los ciudadanos después de la reunión entre los comités de Fene y Ferrol con el ahora hombre fuerte de la compañía, Luis Cacho, (ya veremos por cuánto tiempo, visto lo ocurrido con Aurelio Martínez) fuese exigir al Gobierno del Estado un mayor compromiso e implicación en la consecución de nuevos contratos? Ciertamente, la reunión y por lo que de ella trascendió, podría decirse que fue innecesaria, estéril y total y absolutamente inútil. Un encuentro, que como tantos y tantos otros, no aportó absolutamente nada y solo sirvió, una vez más, para salir en los diferentes medios de comunicación.
La acción política que ahora se exige, nunca debió de hacerse esperar tanto, pues esta, fue siempre fundamental, esto no es nada nuevo ¿O acaso los contratos como los que en su momento se firmaron con Tailandia, Noruega, Venezuela, este mismo de Australia, etc., se firmaron por la capacidad, el buen hacer y el buen nombre de Navantia? Por supuesto que no. Todos los contratos que se hacen entre gobiernos y a nivel internacional, se consiguen fundamentalmente por las contraprestaciones que se ofrecen, y estas, quien las puede hacer es única y exclusivamente el gobierno del Estado a través de su gestión por medio de la acción política.
Lo que ocurre, es que en la actualidad tenemos un gobierno central que no hace nada por el sector naval y a mayores, nadie se lo reclama en la calle, al menos por aquí, por Ferrolterra, y claro, así nos va.
Esa acción política del Gobierno que ahora se exige, es la que en otros momentos, recientes todavía, ya reclamaron un grupo de ferrolterranos a través de una Iniciativa Legislativa Popular y por medio de una manifestación por las calles de Ferrol. Iniciativas estas por cierto, que no tuvieron a bien apoyar quienes ahora reclaman la intervención del gobierno por sentir directamente sobre sus cabezas a la espada de Damocles. La voluntad política de este gobierno con Navantia y con Ferrol ya quedó repetidamente demostrada, y solicitarla de nuevo, así, sin más, sin apoyar la petición con otros gestos, parece poco convincente.
Si en Ferrolterra se quiere conseguir la inestimable e imprescindible ayuda política del gobierno para su empresa principal, Navantia, así como para otras cuestiones que todos los ferrolanos conocemos, hay que ponerse a trabajar de inmediato intentando llegar a la unidad de acción como fruto de compromiso consensuado y generalizado de la forma más amplia posible con el grueso de la sociedad. Y solo así, llegaremos a tener alguna posibilidad de conseguirlo.
Mientras las cosas se continúen haciendo como hicieron el alcalde de Fene, Iván Puentes y el diputado Xavier Carro, reuniéndose por separado con el consejero delegado, Luis Cacho, no hay nada que hacer. Si el diputado Carro quiere de verdad interesarse por la situación de Navantia, puede hacerlo todos los días en Madrid y no tiene porque esperar a que este señor venga a Ferrol o a Fene para entrevistarse con él. Este tipo de entrevistas con foto incluida en la prensa y en estas épocas electorales, es un poco más de lo mismo, es un poco más de aquello de lo que los de Ferrolterra ya estamos asqueados. Y claro, mientras por aquí se siga funcionando así, es decir, cada uno a su bola, tanto el gobierno del Estado como cualquier otro estamento, seguirán teniendo luz verde para continuar haciendo lo que más les plazca cada vez que les venga en gana. La actual situación de la empresa y por lo tanto, la de Ferrol, requiere esfuerzos compartidos.
Por ello, todos los políticos y demás agentes sociales tienen que hacer un esfuerzo de generosidad para llegar a acuerdos que signifiquen afrontar conjuntamente la defensa de los intereses generales. Y si no se hace así, todo será querer quedar bien ante los ojos de los demás.
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