viernes, 12 de noviembre de 2010

AHORA SE ENCIENDEN LAS ALARMAS







E-mail Imprimir PDF
Efectivamente, ahora parece que el temor enciende todas las alarmas en el naval,  y digo en el naval, porque ya no es solo en la ría de Ferrol, si no también en la de Vigo. Aunque y a pesar de todo, seguro que aún habrá, por aquí por Ferrol, quien siga pensando que es mejor dejar que Astano continúe criando maleza que luchar todos a una para que vuelva a ser un astillero que, sin ataduras de ningún tipo, pueda pelear en el libre mercado para poder volver a desarrollar todo su potencial.

En nuestra ría, los comités de Fene y Ferrol celebraron una reunión conjunta para analizar la grave situación que ya se comienza a vivir, una situación que, sin duda, y debido a los escasos compromisos que le quedan por cumplir a Navantia, se irá agravando en la misma medida en que transcurre el tiempo hasta llegar a su punto más álgido allá por finales del próximo año. Pero si bien es cierto que en Ferrol el naval está pasando por momentos difíciles, en la ría de Vigo éstos se pueden calificar de extraordinariamente malos. Hasta el extremo de tener que crear un comité de crisis dada la situación que están viviendo las empresas auxiliares.

Unas empresas que aglutinaban alrededor de 10.500 trabajadores y de ellos, ahora en estos precisos momentos ya más de 4.000 desempeñan otro tipo de labores. Y esa crítica situación es la que hizo también que se reúnan, y con carácter de urgencia, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) y los sindicatos CCOO, UGT y CIG en la Consellería de Economía e Industria de la Xunta de Galicia.

Ahora sí, ahora la preocupación es general, ahora es cuando en Ferrol y ante los 17.000 parados que volvemos a tener, es cuando también saltan las chispas en la cabeza de los sindicatos y los respectivos comités de empresa. Mas, yo no me creo que esa preocupación que parecen vivir los sindicatos ahora, sea precisamente por los 17.000 parados de nuestras comarcas, pues ya los tuvimos con anterioridad y la respuesta sindical dada fue el silencio y la contemplación.

En mi opinión, si se está reaccionando es por las consecuencias inmediatas que la situación de Navantia traerá a todo el tejido industrial de la comarca, pues no olvidemos que, además de los trabajadores de auxiliares que prestan sus servicios en su interior, están los que trabajan en sus respectivas empresas dentro de lo que son los polígonos  industriales de Vilar do Colo y de Río do Pozo. Y, ante esto, conviene no olvidar, que todo ese entramado industrial vive en un 75% aproximadamente de lo que facturan a través de Navantia. Y si eso falla, comienza el efecto dominó.
Hace algún tiempo ya, no mucho, dije que aquí en Ferrol, al lobo ya se le veían no solo las orejas si no desde el hocico hasta el rabo. De igual manera que desde Rumbo 21 veníamos alertando de esta situación desde hace dos años, justo cuando comenzamos nuestra batalla por Astano. Y la respuesta, tanto de CCOO como de UGT, así como de los comités de empresa de Fene y Ferrol de Navantia, fue la de no concedernos credibilidad, al mismo tiempo que acusarnos de defender determinados intereses económicos y electorales. Y además de todo eso, nos tacharon, a quien como yo denunciábamos la situación un día tras otro, de negativos y alarmistas de la sociedad.

Pues bien, lo que antes no se quiso asumir hay que hacerlo ahora, pero con el agravante de que ya empezamos a ir a remolque. Nos encontramos de nuevo ante una situación que tiene que llevar por narices a pensar mucho más seriamente de lo que hasta ahora lo hicieron a todos los alcaldes de la comarca, a los sindicalistas, a los empresarios y mismo hasta a los dirigentes del tejido asociativo, porque estamos ante un problema muy serio, tanto como que los que nunca apoyaron la reactivación de Astano que promovía Rumbo 21 se lo van a tener que replantear muy seriamente, ya que, si no, esta comarca puede quedar herida de muerte. Y a ver quién asume luego esa responsabilidad.

En Ferrol y comarcas tenemos a una Navantia con graves problemas, y ya no solo de contratación, si no también de resultados. Una empresa que continua con balances negativos a pesar de tener (hasta ahora mismo) una excelente cartera y sin la carga excesiva que pudiese significar el tener una plantilla sobredimensionada. Un decreto del carbón que, de aplicarse tal y como está redactado, significará un nuevo palo y muy gordo tanto para nuestra ciudad como para la vecina comarca de As Pontes. 
Unas empresas asentadas en los polígonos industriales de nuestro entorno que, después del tremendo esfuerzo que tuvieron que realizar para conseguir una cierta estabilidad, pueden verse, algunas de ellas, abocadas a la desaparición. Un puerto exterior maltratado en sus legítimas aspiraciones de poder contar con acceso ferroviario para poder ser competitivo a pesar de estar llamado a ser uno de los pulmones económicos para nuestra comarca. Y, mientras sucede todo esto, unos se dedican a defender los puestos de trabajo de Asturias, de León, de Palencia y de Teruel; otros , a justificar lo que con Ferrol hacen, repetidamente, mientras favorecen a otros lugares; y los demás, a desacreditarnos los unos a los otros. Pues muy bien, sigamos así que es lo que esta Ferrolterra necesita.

No hay comentarios: