domingo, 16 de mayo de 2010

Solos y solas

por Lois Blanco

El presidente es Zapatero; la oposición, Rajoy; los sindicatos, los mismos que en el siglo pasado; a la cabeza del empresariado figura Díaz Ferrán... Es decir, estamos solos y solas y, además, lo estamos en el peor momento, porque el recorte de derechos sociales al que la UE ha obligado a Zapatero solo es el principio de una larga travesía.


Todavía algunos despistados pueden creer que los sindicatos UGT y Comisiones han elegido el día 2 de junio para la huelga de funcionarios tirando una moneda al aire. Nada de eso. Han optado por el miércoles 2 de junio para incentivar la espantada construyendo un largo puente en la capital de España. En la comunidad de Madrid es festivo el 3 de junio, día de Corpus Christi, por lo que la convocatoria sindical cuenta con el aliciente de levantar un largo puente en la ciudad donde se concentra el mayor número de funcionarios del país: desde el miércoles 2 de junio hasta el lunes de la semana siguiente. ¡Qué país!

El Gobierno de Zapatero se ha demostrado dañino para la salud de España; la opción Rajoy provoca más dudas que esperanza; a los sindicatos lo único que se les ocurre es una huelga después de pasarse dos años aplaudiendo a un Ejecutivo y mirando para otro lado mientras los parados crecían a millones; las instituciones empresariales solo andan a lo suyo en las reuniones ambientadas con humo de cigarros habanos. Estamos solos y solas, aunque con toda seguridad casi nada de los que están continuará cuando salgamos del pozo, para lo que todavía faltan unos años.

¿Dónde está Solbes?

Casi casi se echa de menos a Pedro Solbes, aquel vicepresidente económico sobrio que retorcía el colmillo a cada golpe de efecto electoralista de su presidente para que le votasen en el 2008: entrega de 400 euros a todos los que tenían nómina, se tratase del camarero de un chiringuito o del consejero delegado de una empresa, el cheque bebé o la ley imposible de cumplir de la dependencia.

El presidente ha actuado como el niño al que sus padres le dan por equivocación la llave de la caja registradora de su ultramarinos. Ahora y de una vez por todas, ese niño se ha caído del cocotero: el dinero no nace ni se reproduce en los sótanos del Ministerio de Economía, ni en las cajas de caudales para que él se ponga el disfraz de Robin Hood y lo reparta.

Esta semana ha caído el telón de la representación teatral en la que convirtió Zapatero su Presidencia. Puestos a buscarle un título a esa ficción en la que ha querido mantener a los ciudadanos sirve una palabra tantas veces utilizada por él para desacreditar a quienes veían venir lo que él siempre negó: «El antipatriota». Su obcecación por negar el tobogán por el que comenzó a caer España hace tres años le ha dado más velocidad e impulso a ese viaje hacia el fondo del pozo.

No había crisis ni depresión económica, no íbamos a llegar a los cuatro millones de parados, ya se veían nacer los brotes verdes, no se iban a subir impuestos indirectos... porque la España de Zapatero era una de las superpotencias mundiales, con una banca blindada ante los activos tóxicos, con un mercado laboral acompasado a los tiempos, con una retahíla infinita de trabajadores inmigrantes en busca de una oportunidad porque sobraba trabajo para todos, decía el inefable ministro de Trabajo, Jesús Caldera, ahora desaparecido del mapa.

Ese mundo feliz se ha desmoronado. Puede que algunos todavía crean que Zapatero ha sido víctima de su ingenuidad, de su optimismo y su bonhomía. En cambio, ellos son las víctimas de Zapatero, porque desde el 2007 ni siquiera un presidente sordo y ciego podía gobernar sin enterarse de que España era el país con mayor déficit después de Estados Unidos o con la productividad por empleado más baja de Europa.

Se acabaron las milongas. Cayó el telón. Zapatero no podrá concluir el mandato. Habrá elecciones anticipadas. Y España, usted, pagará las pérdidas ocasionadas por el coste de oportunidad que han tenido la inacción y la irresponsabilidad de la clase política, la sindical y la empresarial. Saldremos solos.

lavozdegalicia.es

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