
JESÚS VARELA RIVAS
Aún considerando que en Ferrol hay mucha gente que lo pasó y continua pasándolo francamente mal, lo cierto es que en nuestra ciudad y comarca, se dan una serie de circunstancias que hacen pensar con cierto criterio, que la crisis se superará sin llegar a apreciar el daño que se pudo constatar en otras partes, tanto de Galicia como de España.
Y entre estos factores, se encuentra el que Ferrol no haya sido nunca una ciudad que tuviese una marcada dependencia económica de la industria del ladrillo, que fue el factor más determinante de la crisis, por eso ésta, aunque, sin duda se aprecia, no se hizo notar de forma especial.
Otro de los factores importantes a valorar, es que formamos parte de una comarca que desgraciadamente y de manera casi permanente, cuenta con un alto porcentaje de parados, lo que hizo, que nuestros índices de desempleo crecieran por debajo de las medias, tanto española como gallega, lo cual puede inducir a pensar, como ya publicó algún medio de comunicación, que nuestra comarca da muestras de fortaleza y esto, aún sin ser cierto, lo que si tiene de positivo, es que sicológicamente ayuda a no caer en la alarma social, lo cual es también muy importante. De cualquier forma, es conveniente que no olvidemos que si el desempleo en nuestra comarca, creció por debajo de la media, es porque ya lo tenemos de manera crónica en niveles altos y por supuesto, por encima de todas las medias.
Sin embargo y en mi opinión, uno de los factores más importantes hay que buscarlo en el subsidiarismo en el que vive la sociedad de Ferrol y gran parte de su comarca, no en vano y en el transcurso de los últimos años, esta sociedad de Ferrolterra, se convirtió en una auténtica sociedad subsidiada. Es decir, por un lado, una parte de la sociedad se hizo subsidiarioa de la administración a través de las prejubilaciones y por otro, otra parte del resto de esa misma sociedad, se hizo a su vez subsidiaría de sus familiares directos mayores y ya prejubilados.
A nadie se le escapa de que la realidad de Ferrol y comarca - en un porcentaje que debería de preocuparnos - vive de las prejubilaciones y ésta, no es solo la realidad de los prejubilados, si no también y lamentablemente, la de muchos de sus descendientes directos, ya que las prejubilaciones, de momento y afortunadamente, dan para vivir y también para echarle una mano a los hijos o a los nietos.
Entonces, ¿De qué se tiene que preocupar Ferrol? ¿Dónde está el problema de Ferrol? Desde luego, ahora y en esta crisis no, el problema gordo a Ferrol puede que le esté por llegar todavía - y no quiero jugar a futurólogo ni a pitoniso- pero, siempre y cuando esto no cambie, allá por los años 2020 - 2025, ( total, a la vuelta de la esquina) cuando los ahora prejubilados empecemos a dejar el mundo de los vivos, las pensiones de viudedad ya no van a llegar para vivir y poder seguir ayudando a esos hijos o a esos nietos y entonces y a partir de ahí, los problemas se multiplicarán y es que además, cada vez más nos estamos convirtiendo en una sociedad mayor y preocupantemente pasiva.
A primeros de Abril de este mismo año, los mayores de 65 años suponían el 24,03 % de la población de Ferrol, lo que significan 17.927 habitantes, si a estos valores le sumamos los prejubilados de la antigua Bazán, los de Astano, los de las Fuerzas Armadas, los de la Banca…etc nos encontramos con que en la actualidad el porcentaje de personas pasivas está mucho más cerca de lo recomendable del porcentaje de las personas activas que conforman la sociedad de Ferrol y eso evidentemente no es bueno, por lo tanto ¿Qué futuro podemos pensar que le espera a nuestra ciudad? Es necesario que nuestros políticos se dejen de tanta sonrisa y buenas palabras, que le llamen a las cosas por su nombre y se pongan de verdad a trabajar sin más dilación, porque solo con los mensajes agradables y llenos de optimismo no se vive y mucho menos, se hace ciudad.
Éstas, en mi opinión, muy bien podrían ser, no las únicas, pero si las razones más importantes por las que Ferrol y comarca están soportando mejor la embestida de la crisis, sin tener que alterar excesivamente su modo de vida. Pero esa circunstancia, que no engañe a nadie, porque nuestra situación como sociedad es complicada, ya lo era antes de la crisis y ésta, evidentemente, no vino a mejorar las cosas.
Fdo) Jesús Varela Rivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario