viernes, 21 de mayo de 2010

LA CÁMARA, UN CAMBIO NECESARIO

Las recientemente pasadas elecciones a la Cámara de Comercio, ya son historia, ya son algo que pertenecen al pasado y por lo tanto, lo que ahora queda, es mirar al frente y trabajar. Esta nueva etapa, que sin duda se encontrará con innumerables obstáculos en el camino, se antoja y debido a los cambios producidos, como si de una etapa más esperanzadora se tratase, una etapa que invita a la ilusión, y de ahí, esas nuevas expectativas creadas con la nueva junta directiva. Un cambio, que a pesar de los contratiempos que padecemos en nuestra Ferrolterra, hace que se mantenga viva la confianza en un futuro mejor.

El empresariado se pronunció, y lo hizo de tal forma que los resultados no dieron lugar a la más mínima especulación. Unos resultados que hacen ver de forma clara y contundente la desaprobación más absoluta a una gestión que muy bien podría tacharse como de una gestión de simple supervivencia, o como de una gestión, que trabajó de espalda a los intereses generales de la ciudad y su entorno. Una gestión en suma, falta de implicación y exenta de compromiso con los intereses generales de la sociedad. Ahora, lo que se espera, también es una franca colaboración por parte de las instituciones, unas instituciones, a las que y por pertenecer a una sociedad democrática que vive en un Estado de Derecho, se les supone el mayor de los respetos hacia la voluntad popular y en este caso concreto, a la voluntad de los empresarios, esos empresarios de una de las comarcas más cruelmente castigadas durante las últimas décadas de toda la geografía española.

A la nueva junta directiva del ente cameral, lo que ahora hay que exigirle es responsabilidad y compromiso con lo dicho en su campaña, y por supuesto, dedicación y esfuerzo para velar por los intereses generales de toda la sociedad.

Para Astano, creo que se abre un nuevo frente de esperanza, y en ese contexto, quiero recordarle, tanto al nuevo presidente como a la totalidad de su junta directiva, que las instalaciones del astillero fueron concebidas y creadas para construir y reparar barcos y no para utilizarlas en cualquier otra actividad industrial. Y por eso, y a pesar de las actuales circunstancias, a lo que hay en Fene, se le sigue llamando astillero, un astillero extraordinariamente infrautilizado si, pero astillero y con letras mayúsculas. Y es que para otro tipo de actividad, ya están, y por cierto, sin ocupar en una cantidad considerable, las parcelas de los diferentes polígonos industriales ya asentados en nuestro entorno, así como aquellos, que en el futuro se puedan crear.

La Cámara, y por lo tanto el Sr. Gato y su equipo, tienen ante sí grandes retos y dentro de las prioridades, pienso yo, debe de estar también el trabajar por esa diversificación industrial tan demandada, tanto por la sociedad en general como por la totalidad de sus agentes sociales. Y pensando en esa diversificación, lo que sería un grave error sería continuar pensando que la construcción naval es una actividad de monocultivo industrial. Por lo tanto y para la consecución de esa tan ansiada diversificación, convendría y muy mucho, no ignorar al sector naval tanto en su apartado militar, como en lo que respecta a la construcción civil.

Otra gran cuestión sin duda, es, primero, saber lo que realmente queremos como pueblo, y luego, trabajar para conseguir un Ferrol con perspectiva de ciudad de futuro, y ahí la Cámara, tiene mucho que decir y por lo tanto, mucho en lo que comprometerse.

Si el empresariado fue tan claro en su voluntad de cambio, lo fue por querer romper radicalmente con una gestión que se acomodó y que no supo o no quiso, romper con viejos moldes, formas que ayudaban a que Ferrol y sus comarcas continuasen ancladas en las viejas costumbres de sumisión y de no querer contrariar a los diferentes poderes políticos de las diferentes administraciones.

Ferrol necesita urgentemente un cambio, un cambio radical, y para ello es necesario cambiar los órganos de poder, todos esos entes que llevan años y años comportándose como correas de transmisión de los diferentes poderes políticos, económicos y administrativos del Estado. Por ello, bienvenido sea el primero de esos cambios que espero y deseo, sea una clara referencia en donde a partir de ahora y como si de un espejo se tratase, puedan mirarse todos y cada uno de esos entes que conforman nuestra sociedad. Enhorabuena a los nuevos responsables y a trabajar, pero, pensando en el bien general de toda la sociedad.
diariodeferrol.com

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