Los astilleros de la ría ferrolana representan la cara y la cruz de la misma moneda. La antigua Bazán, situada en Ferrol, tiene sus instalaciones saturadas de actividad, con sus gradas y muelles llenos de buques en construcción, mientras que la vieja Astano, en Fene, está infrautilizada, haciendo módulos para los buques de la factoría vecina. Sin embargo, las dos, en otro tiempo astilleros independientes, forman desde que se creó Navantia una unidad productiva, un conjunto en el que el Gobierno funde sus dos realidades. Con este criterio, el dueño de las plantas públicas, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha vuelto a reiterar su negativa a que el astillero vigués Hijos de J. Barreras adquiera parte de los activos de la factoría de Fene. Para fundamentar su rechazo se ampara en cifras de ocupación y de facturación de sus dos astilleros gallegos, pero después las compara con la oferta de Barreras, que únicamente alude a una planta.
1-¿Cuáles son los argumentos que esgrime la SEPI para rechazar el plan de Barreras?
La corporación pública no realiza una comparación equitativa de la situación actual de la antigua Astano con la propuesta realizada por Barreras. Por ejemplo, recuerda que mientras que el astillero vigués maneja un objetivo de ventas de 200 millones anuales, «la facturación del centro Ferrol-Fene en el año 2006 se sitúa en niveles próximos a los 420 millones de euros, y se proyecta alcanzar unos 500 millones de euros anuales en el período 2007-2011». La realidad es que en Fene sólo se están construyendo la mitad de los bloques de un buque de proyección estratégica que permitirá facturar 380 millones en cuatro años, y siete bloques para las fragatas noruegas. En total, la facturación anual que se le puede atribuir a la gradas de Fene no supera los 40 millones de euros, menos de la décima parte de lo que alega la SEPI para desacreditar el proyecto de Barreras. Por otro lado, insiste en dibujar un panorama de plena ocupación para la antigua Astano, también amparándose en la carga de trabajo que tiene Navantia en la ría. La SEPI afirma que los niveles de ocupación de Ferrol-Fene son del 96%, pero para realizar este cálculo únicamente compara la carga de trabajo con su plantilla directa -formada por 360 trabajadores, en el caso de la antigua Astano- y no toma en cuenta la capacidad de sus instalaciones, en donde trabajaron 6.000 personas. Así explica que la planta tenga total actividad cuando gran parte de sus gradas y muelles están sin uso desde hace varios años.
2-¿Qué peso tiene la planta de Fene para Navantia en Galicia?
La SEPI asegura que las instalaciones de Fene son imprescindibles para la actividad de la compañía naval pública y argumenta que, si no dispusiese de esta planta, tendría que desviar carga de trabajo desde la ría de Ferrol a los astilleros de sur de España. Sin embargo, la mayoría de los contratos de los que dispone Navantia en la ría ferrolana se firmaron, a excepción de la fragata F-105, cuando las antiguas Bazán y Astano pertenecían a Izar y se dedicaban a actividades diferentes: la primera a la construcción militar, y la segunda, a la fabricación de plataformas offshore . Esto es, iba a construirlos exclusivamente Navantia en Ferrol.
3-¿Ha cambiado la SEPI su postura sobre los planes de la Xunta para revitalizar el astillero de Fene?
La corporación pública se ha opuesto desde el principio a cualquier acción que implique una privatización de la antigua Astano, aunque la presión ejercida por la Xunta, amparada en el apoyo de todos los grupos del Parlamento gallego y de las organizaciones empresariales, le ha llevado a variar en algunos puntos su discurso. Ahora admite que el astillero de Fene cuenta con activos ociosos, que cifra en la cuarta parte de la planta. Incluso ha llegado a ofrecer esos 200.000 metros cuadrados de terreno que sostiene que no utiliza para propiciar el asentamiento de otro tipo de actividades industriales distintas al naval. Sin embargo, se mantiene invariable en otras cuestiones para tumbar el plan Barreras, como la hipotética oposición de la Unión Europea a autorizar el levantamiento del veto que pesa sobre la fábrica, y que le impediría construir buques civiles antes del 2015.
4-¿Qué recrimina la SEPI al astillero vigués?
El plan elaborado por la compañía que dirige Francisco González Viñas especifica que construiría en la antigua Astano todo tipo de buques civiles, y también otros productos como plataformas marítimas. La SEPI afirma, no obstante, que «la propuesta no contiene ninguna referencia sobre los tipos de buques que se construirían, ni cuales serían los precios y costes orientativos con los que se pretendería operar en el mercado y, por tanto, no se conocen cuáles son los resultados que se esperarían obtener en los próximos años». Por último, asegura que el plan de Barreras «carece de escenario económico-financiero».
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