jueves, 8 de julio de 2010

LA INICIATIVA POR ASTANO SIGUE VIVA



Viernes, 09 de Julio de 2010 00:00 Jesús Varela Rivas

Quienes pensaron que una vez conseguido que la Iniciativa promovida por Rumbo 21 se convirtiese en ley ésta pasaría a mejor vida se equivocaron. Y se equivocaron porque Rumbo 21, haciendo un ejercicio de responsabilidad y coherencia, entiende que aún siendo importante lo alcanzado, es insuficiente, y por lo tanto, la plataforma ciudadana considera que tiene que continuar su trabajo mientras no se logre su reivindicación principal, que no es otra que la vuelta del astillero de Fene a la construcción naval civil.
Y en esa línea, y dada la falta de resultados alentadores desde el Gobierno del Estado, después del paso de Zapatero por la Unión Europea, la reivindicación para el levantamiento del maldito veto que pesa sobre el astillero sigue gozando de la más absoluta justificación.
Es cierto, que con la consecución de rango de ley autonómica se dieron pasos importantes al frente, pero el trabajo está sin rematar, y lo seguirá estando mientras no seamos capaces de conseguir que el Gobierno del Estado inicie el camino que le lleve a pedir en Europa la revisión de los acuerdos firmados en el 2004. Y justamente eso es lo que hace que Rumbo 21 considere que el trabajo realizado hasta el momento es una labor incompleta y, por lo tanto, que es algo a lo que hay que prestarle todavía el máximo interés.
Rumbo 21 demostró ser una plataforma seria y responsable, totalmente ajena a todo tipo de intereses que no fuesen los generales de la comarca, y por ello fue capaz de conseguir el respaldo y la consideración de un amplísimo sector de la sociedad.
El pueblo de Ferrolterra captó nuestra transparencia y pudo comprobar nuestro grado de compromiso, por eso y sin haber conseguido todavía lo fundamental de nuestra reivindicación, en Rumbo 21 creemos que tenemos la obligación moral de continuar luchando con la mirada puesta en la consecución del objetivo principal. Y eso pensamos que es hacer un ejercicio de responsabilidad, ya no solo con nosotros mismos, que también, si no con toda esa parte de la sociedad que nos dio su apoyo y su respaldo, y sin la cual nada, absolutamente nada, sería factible de conseguir.
Es importante entender que nos encontramos ante una labor empezada pero incompleta en su desarrollo, un trabajo sin rematar, y como tal creemos que no sería serio abandonarlo sin agotar todas las posibilidades a nuestro alcance, y esas posibilidades, queridos lectores, serán las que el pueblo de Ferrolterra quiera que sean.
En Ferrolterra hasta podemos asumir que nos engañen los que nos ven como algo lejano, aquellos que, porque no les toca de cerca, no se sienten sensibles a nuestros problemas. Pero lo que bajo ningún concepto deberíamos de aceptar, es que nos engañen las personas a las que nosotros mismos, los ciudadanos de Ferrol y comarcas, elegimos para que nos representen y defiendan nuestros intereses.
El problema de la antigua Astano es pura y estrictamente de voluntad política, y por lo tanto tenemos que exigirle a los políticos, pero exigirles de verdad y con todas las consecuencias, que no continúen mintiéndonos y que trabajen honradamente en la consecución del objetivo final. No debemos permitir que nos tomen el pelo y se rían de nosotros en cada consulta electoral. Aquí, por estos lares, a todos nos cantan los oídos de oír promesas, promesas repetidamente incumplidas que se dan elecciones tras elecciones, sobre el astillero de Fene, y ésa es una dinámica que no podemos consentir que se repita de nuevo y por más tiempo.
Las prejubilaciones, lejos de beneficiar, le hicieron mucho daño a la comarca de Ferrolterra, pues fueron la consecuencia de la comodidad, de la apatía y de la despreocupación con la que hoy vivimos respecto a la situación que vive nuestra sociedad. Actualmente estamos un tanto insensibles de cara a los demás y narcotizados con respecto a la situación real de nuestra ciudad y comarca. Y ese dinamismo que la clase trabajadora de Ferrolterra tenía hace unos años es imprescindible recuperarlo para seguir manteniendo a pesar de las dificultades, a una ciudad y a una comarca a la que vemos como lentamente se va muriendo sin que las diferentes administraciones hagan nada para evitarlo, y además, contando para ello con el descarado mutismo de algunos de nuestros representantes políticos.
Si la sociedad de Ferrolterra quiere poner fin a tanta incertidumbre, tiene que dar un paso al frente, y para ello, se hace necesario empezar por exigir de todas las organizaciones del entorno, tanto vecinales, como políticas, sindicales o empresariales, más compromiso y sentido de la responsabilidad del últimamente demostrado.
Si ya es difícil conseguir algo aún intentándolo todos unidos, si no nos movemos ni tan siquiera tendremos la seguridad de que ese maldito veto y fruto de otro engaño, como ya ocurrió, se levante en el año 2015, y es por esa razón por la que no debemos de mantenernos impasibles.

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