sábado, 29 de marzo de 2008

El Gobierno cierra 60 años de construcción de barcos civiles en la antigua Astano (20 de enero del 2005 )



La voz de Galicia.es
20 de enero del 2005
El Gobierno cierra 60 años de construcción de barcos civiles en la antigua Astano
Las plantas de la ría no podrán acceder al 20% de cuota civil de la nueva Izar.


El plan de reconversión de los astilleros públicos pactado por el Gobierno con la Unión Europea obliga a Izar Fene a dar el carpetazo definitivo al mercado offshore, en el que lleva inmerso 20 años y cierra la puerta la construcción naval civil en la comarca ferrolana. La antigua Astano ya había renunciado a este mercado en 1985, cuando el Gobierno le limitó en exclusiva a la construcción de plataformas marítimas para poder así rebajar la cuota de producción naval del país, uno de los requisitos que le exigía Bruselas para poder entrar a formar parte de la Comunidad Europea.
La futura empresa de construcción naval militar podrá fabricar buques civiles, siempre que esta actividad no sobrepase el 20% de su facturación. Por ello, la inclusión de la antigua Astano en la nueva compañía dejó abierta la posibilidad de que pudiese beneficiarse de esta cuota de mercado, pero ayer las esperanzas se disiparon. «Hemos tenido compromisos de que los astilleros de Fene y San Fernando serán exclusivamente militares y no civiles», aseguró ayer Jonathan Todd, portavoz de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes. Este extremo fue reconocido posteriormente por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista único del grupo naval.
Así, para la comarca, el visto bueno de Bruselas al plan de reconversión de Izar tuvo un sabor agridulce. Si bien por un lado supuso el respaldo a un programa que garantiza la continuidad del centro de Perlío en el sector público, por otro le obliga a prescindir del que ha sido su mercado durante los últimos veinte años y limita a Ferrolterra al monocultivo industrial.
Astilleros y Talleres del Noroeste empieza formalmente su andadura en el año 1941, dedicado a los pesqueros de madera. Veinte años después ya construía distintos petroleros de enormes dimensiones. En 1975 contaba con una plantilla de 9.000 trabajadores y ahora, 30 años después, tiene poco más de 1.000, que se quedarán reducidos a tres centenares cuando entre en vigor el próximo expediente de prejubilación de empleo. En 1985, Astano entregó el mercante Sofía, que supondría su última construcción civil. A partir de ese año comenzó su andadura en el sector off-shore, en donde, después del lógico proceso de adaptación, consiguió que se le reconociese su cualificación y se le situase entre los primeros puestos del mercado a nivel internacional.
Desde 1986, que entregó su primera plataforma, hasta el 2003, cuando se marchó por la ría una plataforma flotante sobre la que Statoil colocaría una planta de gas, el astillero de Perlío fabricó 13 unidades.
Mercado parado
Precisamente el contrato para la fabricación de esa plataforma ?suscrito en el año 2002? fue el último pedido off-shore. Desde entonces y pese a las ofertas, el centro de Perlío no consiguió hacerse con nuevos encargos. De todos modos, la fabricación de plataformas marinas sólo ha generado el 3% de los contratos de construcción de buques en los últimos años

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