jueves, 1 de enero de 2015

El futuro sin veto.



¿Se acabó el veto?
Desde la administración aún apuntan a una confirmación del nuevo comisario de competencia, es decir, la dada por Almunia, no les vale.
Los hechos ahí están:

Navantia no ha dado un comunicicado oficial ni en su página web se pueden ver nuevas líneas de negocio sobre construcción naval civil, por lo que de cara la galería, Navantia no se dedica al sector naval civil.
Quizás cuando se acerquen las elecciones, cuando haya que sacar nuevas promesas electorales,desde el gobierno popular,se adopte otra postura en esta empresa, pero visto lo visto, no hay muchas esperanzas de que vaya  haber cambios.


Que no se vayan de rositas
Un veto, impuesto por el PSOE en 1984, bien es cierto que englobado en unas negociaciones con la CEE, una situación naval complicada y una empresa sobredimensionada, fué extendido en 1996 por el Partido Popular   para compensar ayudas ilegales y renovado de  nuevo en 2005 por el PSOE para cumplir una  multa de la UE. En los últimos 3 años el PP, que se había comprometido a levantarlo cuando llegase al poder, incumplío lo dicho y ha dejado que este veto tuviese que cumplirse a rajatabla.

Es decir, que estos dos partidos estatales han llevado con su gestión a la situación que tenemos. Un astillero vacío. No tendrían que volver a recibir un voto en esta comarca en la vida , pero cada pueblo tiene los gobernantes que se merece y ademas tenemos muchos estómagos agradecidos.


El futuro
El sector naval civil es complicado y muy competitivo a nivel de costes, y eso es así. Korea y China, trabajan muy barato y ahora tienen mucha experiencia botando barcos todos los meses.

Tendrá que buscarse un nicho de mercado de alto valor añadido y eso es caro y complicado porque exije especialización. Habrá que ver si Navantia, una empresa teledirigida por mediocres, es capaz de sobrevivir en el mercado internacional, porque la UE seguirá observandola con lupa para ver si sus construcciones (si las hay) se hacen con ayudas de estado.

O hay un cambio a nivel comunitario  de apoyo a este sector o probablemente vuelva a colapsar.
Si lo comparamos con el sector del automovil, donde las ayudas encubiertas y bajadas de salarios son las que aún mantienen las fábricas en España,veríamos que tendríamos que hacer una extrapolación, para que nuestros astilleros sigan siendo competitivos a nivel internacional.

Probablemente fuese necesario un replanteamiento sobre la estructura de la empresa,público o privado, cosa que quieren evitar los sindicatos, pero esa es otra historia, ya que ni con eso se garantiza el éxito del porvenir del astillero.

A ver que nos depara el 2015.




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