25 MAR 2011 Por la boca muere el pez....
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó ayer la
celebración en Ferrol de la reunión semanal de su Gobierno para
publicitar, sin apenas concretarlo, un proyecto industrial que se
ejecutaría en un suelo que no dependen de la Administración autónoma
sino del Gobierno central. Se trataría de aprovechar parte de los
terrenos de la antigua Astano con nuevos usos industriales, aunque el
jefe del Gobierno gallego no explicó siquiera cómo planea explotar un
espacio integrado en el astillero público de Navantia Fene-Ferrol y de
titularidad estatal.
Feijóo anunció la presentación de un plan estratégico para "reactivar
las instalaciones de Navantia con proyectos industriales" que verá la
luz "antes de que finalice el verano". El presidente se limitó a esbozar
de forma vaga e imprecisa una propuesta "a medio y largo plazo" para
captar "mercados favorables" que planea acomodar en terrenos del Estado.
Su plan pasa por reutilizar las instalaciones vacías de Imenosa,
200.000 metros cuadrados en una esquina del astillero de Fene con puerto
propio frente al corredor marítimo del Atlántico. Apostada en la orilla
sur de la ría de Ferrol, al final de un profundo canal que permite el
tráfico de grandes buques, esta sección de la antigua Astano es
codiciada por grandes empresas que hasta la fecha se han topado con la
radical oposición de los sindicatos a ceder suelo público.
"Si el Gobierno central no hace una propuesta, la Xunta presentará la
suya", garantizó Feijóo. No obstante, Navantia, la empresa pública que
ocupa esos terrenos, ya tiene sus propios planes para rentabilizar las
naves vacías de Imenosa. Hace meses que la SEPI (Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales) negocia con empresarios españoles y
extranjeros del sector eólico una solución industrial que aún no ha
cuajado, mientras empieza a descender el nivel de ocupación en las
gradas de Fene y Ferrol, que agotan su cartera militar de pedidos sin
nuevos contratos a la vista.
Feijóo explicó que la apuesta de la Xunta por el naval, motor
económico de las rías de Ferrol y Vigo, que emplea a 10.000 operarios en
un millar de compañías, se articulará a través de una "marca de
calidad" con dos distintivos: un sello para la empresas y una credencial
para el trabajador. Además, y fruto de los acuerdos alcanzados esta
semana con empresarios y sindicatos, el Ejecutivo gallego dotará al
sector de un marco legal y un fondo patrimonial de garantía para las
firmas auxiliares. Con la vista siempre puesta en las municipales,
Feijóo también volvió a clamar ayer contra el veto europeo que impide a
Astano construir buques civiles y reclamó el "legítimo" fin de una
prohibición que expira en 2015.
El indefinido plan para Astano no fue el único anuncio que dejó ayer
la Xunta en la ciudad, 20 años después de la celebración del último
Consello en la urbe. El Gobierno autónomo aprobó una prórroga del Plan
Ferrol hasta el 2013 que mantendrá la "discriminación positiva" en una
comarca especialmente castigada por el el desempleo femenino de larga
duración y la dependencia del naval. "El plan funciona pese a la
crisis", destacó Feijóo, que cifró en 492 los empleos industriales
creados el años pasado tras destinar 15 millones para subvencionar
proyectos que arrastraron inversiones de 230 millones.
El presidente gallego también comprometió el apoyo de la Xunta a las
aspiraciones del Arsenal de Ferrol y los castillos de la ría al
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que funcionará como "garantía"
para preservar la riqueza histórica y revulsivo turístico y económico.
La celebración del Consello también dejó en Ferrol un poso de 3,9
millones en inyecciones económicas al sector marisquero, con 1,7
millones para regenerar los bancos de Ferrol, Barallobre (Fene) y
Mugardos.
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