lunes, 16 de diciembre de 2013

Barreras cierra cinco nuevos contratos tras el desembarco de Pemex


La actividad volverá a los muelles viguese en febrero con la construcción de un abastecedor, un atunero -como ya adelantó FARO- y tres buques-tanque para armadores mexicanos. La carga de trabajo está valorada en 300 millones

16.12.2013 | 13:59
Panorámica de las instalaciones del astillero vigués Hijos de J. Barreras, en Beiramar. // José Lores
Panorámica de las instalaciones del astillero vigués Hijos de J. Barreras, en Beiramar. // José Lores
Lluvia de contratos en Barreras tras la llegada de Pemex. El primer consejo del astillero vigués junto a su nuevo máximo accionista ha arrojado carga de trabajo en las gradas viguesas por valor de 300 millones, según anunció esta mañana en la ciudad olívica Carlos Roa, coordinador de asesores y número dos en el escalafón directivo de la petrolera mexicana.

En total, Hijos J. Barreras, se encargará de la construcción de un atunero -tal como adelantó FARO y cuyo armador Procesa, empresa mexicana dedicada a la pesca, procesamiento y comercializacón de atún-, un buque abastecedor -valorado en 85 millones y cuyo armador es el Grupo Diavaz- y tres buques-tanque. Los trabajos, que se prevén comiencen en el mes de febrero, son un encargo para armadores mexicanos. Además, en una segunda fase se prevé la contratación de otros tres buques, devolviendo así a los muelles vigueses la carga de trabajo que la petrolera mexicana anunció con motivo de su entrada en el accionariado de Barreras. La carga de trabajo que conllevarán los nuevos contratos alcanzará, al menos, los dos años.

Pemex confía también en que el astillero se haga con uno de los dos floteles que la petrolera mexicana adjudicará a finales de este mes, el 30 de diciembre. De ser así, el sinuoso camino trazado por la petrolera azteca en tierras gallegas culminaría cumpliendo las mejores expectativas del naval vigués.

Sin trabajo desde 2011
El último buque construido en Barreras fue el ferry Volcán de Tinamar, de la naviera canaria Armas, que partió del muelle de Beiramar a finales de junio de 2011. Un mes de después, el astillero entraría en concurso de acreedores arrastrado por las deudas y unas gradas vacías de pedidos en parte por la suspensión del tax lease por la Comisión Europea.

Un año y dos meses después, después de una intensa negociación con la industria auxiliar, que aceptó una quita del 80%, el mayor astillero privado español salía a flote ya con la promesa por parte de Pemex de construir un flotel han presentado la oferta más competitiva desde el punto de vista técnico y económico.

Desembarco en Barreras
La llegada de Pemex a Barreras ha generado una gran expectación en toda la industria naval viguesa, por el "efecto arrastre" que tiene el astillero y la oportunidad que supone tener como primer accionista a la cuarta petrolera mundial, tanto desde el punto de visto de carga de trabajo como de respaldo financiero. Con la operación, que supone el desembolso de 5,1 millones de euros, Pemex se asegura una vía rápida para la renovación de su flota (sobre todo de buques especializados para la industria offshore, en los que Barreras es especialista) y una oportunidad para transferir tecnología y conocimiento al naval mexicano.

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