Astilleros
Navantia, la mayor empresa de defensa de España, ve al programa de
reequipamiento de la Marina brasilera como una gran oportunidad para
incrementar sus negocios internacionales en el área de la construcción
naval militar, sector que responde por el 80% de la facturación del
astillero, que es de € 1.600 millones anuales.El
objetivo de la empresa es aumentar la participación del mercado
internacional en el ingreso del grupo, actualmente en torno al 47% y con
ello minimizar los efectos de la crisis económica que reducirá el
presupuesto del área de defensa y congelará los programas.
El
astillero quiere traer a Brasil la exitosa experiencia de transferencia
de tecnología concretada con las armadas de Venezuela, Australia, India
y Noruega, donde el acuerdo de “offset” (compensación tecnológica e
industrial) con las empresas locales superó el 100% del valor del
contrato.
La
oportunidad más concreta en este momento, se plantea en la presentación
para la provisión de once buques de superficie, conocido como Programa
de Obtención de Medios de Superficie (Prosuper). Valorizado en cerca de €
3.000 millones, el Prosuper prevé la adquisición de cinco fragatas o
buques de escolta de 6.000 toneladas, cinco buques de patrullado
oceánico de 1.800 toneladas y un barco de apoyo logístico de 12.000
toneladas.
"Queremos
usar a Brasil como plataforma de exportación para otros países de
América del Sur", dijo el principal ejecutivo de Navantia, controlada
por el gobierno español, Luis Cacho Quesada. El ejecutivo dijo que
Navantia no es solamente un constructor del cuerpo de los barcos, sino
que tiene amplias capacidades de integración de los diferentes sistemas
que equipan a los buques.
Para concretar el Prosuper, la Marina de Brasil está en negociaciones con astilleros de seis países, además de España.
"Nuestra
estrategia con Brasil va más allá de la venta de los buques. Queremos
establecer asociaciones industriales duraderas y pasar la experiencia de
Navantia en gestión de programas complejos", afirmó. El plazo de
ejecución del programa está estimado en 15 años. La primera fragata
sería construida en España para facilitar el proceso de transferencia de
tecnología a los astilleros brasileros desde el inicio.
Navantia
participa del Prosuper en asociación con la estadounidense Lockheed
Martin. Con la transferencia de tecnología, el gerente del Prosuper en
Navantia, Ricardo Biarge Zapatero, dice que la Marina de Brasil será
capaz de hacer el mantenimiento, modificar e implementar mejoras en los
buques, lo que exigirá participación de la industria local (astilleros y
empresas con tecnología para trabajar en sistemas de combate).
Según
el funcionario, ya fueron cerrados algunos acuerdos de colaboración con
Atech, Mectron, Avibras y Omnisys, además de conversaciones mantenidas
con los astilleros Odebrecht y Eisa. En noviembre, Navantia reunió más
de 80 empresas en Rio de Janeiro, interesadas en oír detalles de la
oferta para el Prosuper. "Vamos a organizar una nueva jornada con esas
empresas, en San Pablo", anunció Quesada.
Ni
siquiera el anuncio de que la inglesa BAE Systems, que también compite
por el Prosuper, consiguió un contrato de provisión de tres buques de
patrullado oceánico para la Marina del Brasil, desanimó a los españoles.
"Por lo que pudimos saber, se trata de una compra de oportunidad, que
atenderá las necesidades más inmediatas de la Marina brasilera. Eso no
debe alterar los planes estratégicos en relación al Prosuper", afirmó el
ejecutivo.
Los
buques, comprados por la Marina brasilera, a un costo de 133 millones
de libras esterlinas (R$ 387,2 millones), fueron originalmente
construidos para la Guardia Costera de Trinidad-Tobago, que canceló el
encargo cuando las unidades ya se encontraban en pruebas de mar.
El
vicepresidente ejecutivo de la Asociación Brasilera de las Industrias
de Materiales de Defensa y Seguridad (Abimde), Carlos Afonso Pierantoni
Gambôa, dijo que la compra fue una oportunidad buena y barata, pues BAE
tenía urgencia en vender las embarcaciones. La fábrica estaba intentando
vender los barcos desde hacía más de un año.
"A
las empresas locales no les gustó esa compra porque los buques ya están
listos, pero al menos el mantenimiento deberá ser efectuado en Brasil y
aquellas podrán, eventualmente, producir los equipos que faltaren",
completó. Por su parte, BAE informó en un comunicado, que el contrato
con la Marina también incluyó la licencia de fabricación, que permite la
construcción de otros buques de la misma clase en el Brasil.
En
la nota da BAE Systems, el director de Ingeniería Naval de la Marina de
Brasil, contraalmirante Francisco Deiana, dijo que esta adquisición no
cambia el objetivo del Prosuper en relación con la compra de otros cinco
buques de patrulla, a ser construidos en Brasil.
Para
el Prosuper, la Marina está en negociaciones con astilleros
proyectistas de seis países, además de España: Alemania (ThyssenKrupp);
Francia (DCNS), que ya actúa en el programa brasilero de los submarinos;
Corea del Sur (DSME); Holanda (Damen); Reino Unido (BAE); e Italia
(Fincantieri), que llegó a ser considerada como favorita hasta fines de
2010, aunque el cambio de gobierno y los recortes de presupuesto de
Defensa, cambiaron los rumbos del programa.
La
decisión del Prosuper es esperada para este año, pero no se ha definido
aún la fecha. En este momento, según Navantia, la Marina brasilera está
revisando las propuestas enviadas, y a partir de allí va a definir los
requisitos finales del proyecto. "Creo que para febrero debemos concluir
nuestra oferta definitiva para el programa", indicó Quesada.
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