martes, 17 de enero de 2012

Ferrolterra y sus circunstancias: una aportación a su futuro

 


Alfonso G. Ascaso
Decía Ortega y Gasset que la vida humana es Yo y mi circunstancia, entendiendo por tal todo aquello que puede afectar a nuestro proyecto de vida con una determinada «importancia». Es decir factores de contorno, que van a influir en la concreción y desarrollo del mismo. Concluía el gran filósofo con la frase: «La vida es un drama, una trayectoria de dinámica tensión en la lucha frenética por conseguir ser de hecho lo que queríamos ser en nuestro proyecto».
En Ferrolterra desde el año 2005 le han impuesto una limitación/veto hasta el 1 de enero de 2015 de construir únicamente buques militares que se hacen con gran prestigio, además de la actividad de reparaciones.

«Estas circunstancias de la mayor importancia», junto con otras acaecidas en el concierto mundial y la falta de contratos en los últimos cuatro años, está ocasionando una progresiva disminución de la carga de trabajo, de forma que, según previsiones, a mediados del próximo 2012, «habría una caída drástica en la actividad y el empleo de construcción naval de Ferrolterra». Además no se vislumbra una recuperación del mismo hasta principios del año 2014.
En reparaciones, Navantia es líder mundial en gaseros, aunque recientemente ha pasado al segundo lugar. Esto es una señal de alerta porque de no actuar en menos de dos años puede perder definitivamente el liderato.
¿Es inevitable que estas circunstancias condenen inexorablemente al paro a muchos trabajadores en estos dos años y medio que restan hasta el posible levantamiento del veto actual? La respuesta debe ser no. Hay que revivir «la lucha frenética» de Ortega. No podemos permitirnos seguir engrosando la cifra de 5 millones de parados y perder ese liderazgo en Reparaciones. En este contexto, existe una circunstancia válida para evitarlo: la construcción de un dique flotante de reparaciones.
El dique, con un peso de 36.000 T de acero, sería capaz de carenar VLCC de 300.000 TPM, gaseros entre 170.000 y 230.000 m3 de capacidad y portacontenedores de 14.000 TEUS; es decir, buques que ya están entrando en servicio o contratándose en proporciones cada vez mayores y que no caben en el actual dique. Con ello se conseguiría:
1. Dotar de carga de trabajo durante 2 años (2012-2014) a las instalaciones de Navantia, construyendo el dique en Fene (1.800.000 horas).
2. Defender el liderazgo en reparaciones de gaseros duplicando su facturación y creando 680 empleos.
3. Conseguir el acceso a reparaciones de VLCC, portacontenedores y unidades off-shore, ahora fuera de alcance.
4. Acometer seriamente el mercado de las transformaciones, lo que con un único dique de grandes dimensiones no puede hacerse.
5. Todo ello al menor coste (140 millones de euros) frente a alternativas como: a) Construir la 6ª fragata con coste de 620 millones de euros. b) Construir otro Juan Carlos I con coste de 450 millones de euros. En ambos casos, sin facturación anual al exterior, sino al revés, con un coste anual a cargo del presupuesto del país y sin creación posterior de puestos de trabajo.
Por tanto, las circunstancias exigen disponer sí o sí cuanto antes de esta infraestructura. Estúdiese urgentemente la forma de resolverlo, para superar los impedimentos y limitaciones existentes. Hay precedentes en Europa (el caso de un Lander en Alemania).

Otra circunstancia exige también recuperar la actividad de construcción de las antiguas Astano e Imenosa, para el off-shore, el mercado industrial y el sector energético marino. La Fundación Ferrol Metrópoli dispone de estudios que permitirían prepararse de aquí hasta el 2015 para tener una nueva empresa en actividad, cuando el veto pueda levantarse.
Hemos superado otras situaciones difíciles con éxito y no vemos razones objetivas para dudar que no se responda ahora de la misma forma, decidiendo actuar con esfuerzo, sudor y alguna que otra lágrima.
Ferrolterra se merece un impulso decisivo. ¡Su proyecto debe continuar!
Alfonso García Ascaso es doctor ingeniero naval, ex conselleiro de Industria de la Xunta y presidente de la asociación Ferrol Metrópoli.

 

¡NAVANTIA 2012

E-mail Imprimir PDF
Non quero esaxerar nin alarmar nin amolar cando digo que o noso estaleiro está baixo mínimos pero, ao meu xuízo, a cousa é cada día máis crítica con tendencia a empeorar e precisa dunha urxente solución. Estas opinións miñas vense reforzadas polo magnífico artigo do presidente de Ferrol Metropoli, home de ampla e demostrada experiencia. En el expón a situación actual e presenta razóns e alternativas válidas para paliala. O artigo titulase “Ferrolterra y sus circunstancias. Una aportación de futuro”. O malo é que algunha das súas solucións xa se viron defraudadas estes últimos días. Parece ser que o dique flotante, segundo informa a prensa, non se vai facer, disque non é necesario. As outras alternativas, que son a construción dunha sexta fragata e dun novo Juan Carlos I, están por ver. Non hai moitas razóns para o optimismo.

Como esa Lei de Murphy, que di que se algo pode ir a peor irá a peor, semella que se cumpre inexorablemente, agora resulta que o orzamento presentado por Navantia para a construción dun buque loxístico para Noruega, foi rexeitado por ser máis elevado que o de outros licitantes o que non é doado de entender cando o noso estaleiro acaba de rematar con éxito a construción de cinco fragatas para a Armada norueguesa. Un proxecto desenrolado a enteira satisfacción de ambas partes despois de solucionar non poucos problemas inherentes a este tipo de programas. Hoxe en día os noruegueses son coñecedores da nosa capacidade tecnolóxica, o que debería significar moito camiño andado para a contratación dun novo buque que, por riba, é un prototipo xa construído para a nosa Armada. Por estas e por outras razóns non se entende moi ben o rexeitamento porque, en pura lóxica, ningún estaleiro está en condicións de presentar un orzamento mellor que o noso.

Navantia non pode, de ningún xeito, perder estes contratos, debería firmalos se é preciso sen beneficio, co gallo de manter a actividade na factoría evitando así o dramático paro que se aveciña en Ferrol e na súa bisbarra.
E que ninguén me tache de agoireiro.

No hay comentarios: