domingo, 21 de noviembre de 2010

Los nuevos JASP gallegos: jubilados aunque sobradamente preparados


Es jueves y el Deportivo no juega entre semana, pero el parking de Riazor está completo.


No hay plazas libres hasta que, cuando cae la noche, los alumnos del campus senior salen de clase y se dirigen hacia los coches para volver a casa. Los debates iniciados en el aula se prolongan hasta el mismo aparcamiento y las despedidas se aplazan porque las tertulias académicas derivan en planes conjuntos para el fin de semana. 'Salimos de clase discutiendo sobre los métodos anticonceptivos y acabamos concertando una cita para el fin de semana. Además de incorporar nuevos conocimientos, la matrícula en la Universidad es una garantía de vida social porque en las clases conoces muchas personas y con ellas surge la oportunidad de participar en otras actividades al margen de los programas académicos', explica Juan, alumno de la Universidad Senior de A Coruña con varios años de experiencia.

Es uno de los veteranos de un grupo cada vez más amplio; más de 600 alumnos, repartidos en los campus A Coruña y Ferrol, están matriculados en este curso. 'Es un placer decir que cada año tenemos más solicitudes', confirma María Pilar García de la Torre, directora de la Universidad Senior de A Coruña. 'El equipo rectoral está haciendo fuertes inversiones y reformas para ampliar el espacio disponible en estas aulas reservadas para mayores de 50 años. Algunas son personas que en su momento no tuvieron la oportunidad de estudiar una carrera y ahora pueden cumplir su sueño. Otras sí han cursado estudios superiores, pero quieren reciclarse'.

Las estadísticas apuntan que son más los que carecen de título universitario; la mayoría de los alumnos se quedaron en los estudios secundarios, pero cada vez se incorporan más titulados o licenciados a las aulas de la Universidad Senior. Y la explicación hay que buscarla también en la evolución demográfica porque cada vez hay más personas que alcanzan los estudios universitarios.


'Aquí no pedimos ningún tipo de conocimiento previo para poder matricularse. Los únicos requisitos son: tener más de 50 años y no estar trabajando. El nivel de estudios no influye para nada y no debe ser un freno para quienes deseen formar parte de la Universidad Senior', explica la directora. 'Nuestros profesores dan clases en la Universidad y están preparados para adaptar las materias y las sesiones a un grupo de alumnos tan heterogéneo'


OFERTA Y DEMANDA

No hay nota de corte y, dado que hay mayor demanda que oferta de plazas, el proceso de admisión se realiza por sorteo. Son cuatro cursos académicos están pensados para desarrollar un plan de estudios especial que intenta abarcar todas las áreas de conocimientos que se imparten en la Universidad de A Coruña. Los alumnos no se introducen en otros grados, ni realizan ninguna especialidad.

'La última clase de Filosofía fue especialmente interesante porque, además de ser muchos los asistentes, participamos casi todos en el debate que se originó cuando el profesor puso sobre la mesa el tema de la existencia de un Dios', relata Isabel Granullaque, alumna del campus de Ferrol.

Su ingreso en la Universidad llegó en un momento vital complicado; se quedó viuda casi al mismo tiempo que la empresa para la que trabajaba decidía prejubilarla. El vacío era demasiado grande, tanto en el campo sentimental como en el laboral. Fueron más de treinta años de vida profesional en Navantia ('para mi será siempre Bazán') y para Isabel fue un palo especialmente duro porque siempre fue muy activa.

'Mis compañeros me animaron, pero por mis circunstancias no me apetecía ni estudiar, ni salir de casa. Estaba metida en un pozo del que quería salir, pero algo me lo impedía. Me matriculé y fue la mejor decisión que podía tomar porque mi vida ha cambiado totalmente', relata entusiasmada. 'Ahora paso todos los días por delante de mi empresa y no siento nada. La Universidad ha conseguido que yo volviese a meterme en el mundo'.

Y no exagera Isabel cuando le otorga a sus estudios universitarios una dimensión mundial. Se ha puesto a estudiar inglés y, gracias a los intercambios con otros países, tiene una relación intensa con alumnos de Finlandia y Alemania. La vuelta a las aulas le ha servido para conocer gente y tomar contacto con personas muy diferentes. 'El hecho de ir a las clases es un plus porque, además de aprender, tienes nuevas vivencias y compartes experiencias con otros alumnos o profesores. Podría estudiar sola y leer docenas de libros en el salón de mi casa, pero sería algo muy diferente a lo que hago en la actualidad'. El ambiente en las aulas favorece la germinación de nuevas amistades, aquí y en otros países. 'Esta semana recibí un e-mail de un compañero alemán, que me enviaba una foto de un viaje que acaba de hace a Canadá. Los conocimos gracias a un programa de intercambio que, además de servir para mejorar nuestro inglés, también ha valido para viajar hasta países como Finlandia o Alemania', relata Isabel.

La Universidad Senior de A Coruña forma parte desde 2003 de la Red Europea de Proyectos de Aprendizaje Permanente, el equivalente al programa Erasmus para los mayores, que favorece y financia la movilidad entre alumnos. Profesores y alumnos estudian la cultura de los países que participan de este proyecto (Alemania, Reino Unido, Italia, Finlandia, Portugal y Alemania) y, con la ayuda de las nuevas tecnologías y sus progresos en el inglés, mantienen una relación fluida que cristaliza en uno o dos encuentros anuales.

laregion

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