JESÚS VARELA RIVAS
Una vez más, Ferrolterra vuelve a tener a la espada de Damocles sobre la cabeza de su empresa principal. El camino de las pérdidas por el que discurre Navantia, hace que toda la sociedad de Ferrolterra tenga motivos más que suficientes como para empezar a estar preocupada, y es que el mañana de nuestra empresa principal, lejos de dar muestras de tranquilidad, en estos momentos invita a cualquier cosa menos al optimismo.
A las dificultades para cerrar nuevos contratos, ahora se suma el temor a la posible situación económica que la empresa parece que puede llegar a vivir, y en ese sentido, y según se desprende de los informes de la SABI, ( Sistema de Análisis de Balances Ibéricos), la situación con la que se puede encontrar Navantia en el plazo de dos o tres años podría llegar a ser la de alcanzar recursos propios cero.
Si nos atenemos al PEN (Plan Estratégico de Navantia) para el cuatrienio 2007-2011, en la previsión de la evolución de los fondos propios de la empresa se contempla alcanzar, partiendo de los 386 millones de € del año 2006, los 434 millones en el ejercicio del año 2011. Pues bien, la realidad es que lejos de mantener esa línea ascendente en positivo, al finalizar el año 2007 los recursos propios habían descendido hasta los 199 millones, y si tenemos en cuenta el balance, también negativo, del año 2008 y a eso le sumamos las nuevas pérdidas que arrojó el ejercicio del año 2009 (que aunque aún no se dieron a conocer, la ministra de Economía, Elena Salgado, ya asumió como cuantiosas) el futuro de la empresa verdaderamente no se presenta nada tranquilizador.
De continuar por este camino, con pérdidas oficialmente reconocidas de 50 M € por año, a Navantia le quedan de dos a tres años para llegar a recursos propios cero, lapidando de esa manera los casi 400 millones con los que afrontó el anteriormente mencionado Plan. Y llegados a este punto, de nuevo tendríamos a la U E hurgando e interviniendo en nuestra Navantia.
El plazo de tres años es un plazo realmente optimista, pues se sabe que las pérdidas reales son superiores a las que de forma oficial se suelen dar a conocer (en el ejercicio del 2008 se dieron oficialmente 51 M € y se conoce que rondaron los 80). Por lo tanto, y si partimos del 1 de enero del 2008 con 199 millones de recursos propios y no se le pone freno de inmediato a la tendencia de pérdidas generadas año tras año, la situación de la empresa y en cortísimo espacio de tiempo será cuando menos preocupante.
Hace escasamente unos días, la vicepresidenta segunda del gobierno, Elena Salgado, asumía de manera pública en el Senado que las pérdidas de Navantia en el año 2009 eran cuantiosas y que se debían, fundamentalmente, al retraso en la entrega de los barcos. Y al hilo de ese reconocimiento, quiero recordar lo que en mi artículo del 10-7-2009 decía respecto a este tema, en el que afirmaba que de continuar por ese camino la quinta y última de las fragatas noruegas le saldría medio gratis al gobierno de ese país, debido a las penalizaciones por los retrasos acumulados desde la entrega de la primera de ellas.
Así como también, y en ese mismo artículo, hacía mención a que lo que nos podía dar la puntilla era el contrato con Australia, pues estaba basado en los estudios hechos con el Juan Carlos I y éste, lamentablemente también, ya alcanza un año y medio de retraso en su finalización y entrega. Por lo tanto, no es descabellado pensar que el contrato con Australia puede que signifique tener, como coloquialmente se dice, otro grano en el culo. Aunque en el caso concreto del contrato con Australia y a mayores de todo esto hay algo que apunta directamente a una inadecuada gestión comercial en su contratación, que sin duda también nos pasará factura.
Ante estas evidencias, realmente preocupantes, ¿cómo es posible seguir manteniendo ciertas actitudes en esta comarca?, estamos faltos de chispa y por el contrario, nos sobra conformismo y sumisión, y precisamente por eso y si no se reacciona a tiempo luego nos volveremos a encontrar -una vez más- metidos en el círculo del pataleo y la lamentación.
Se deben abandonar de una vez por todas esas actitudes de apatía e inmovilismo que últimamente nos está caracterizando, pues esas no son precisamente las mejores formas de defender nuestros intereses. Y en ese contexto, yo invito a los Srs. Iri-sarri e Iván Puentes, como alcaldes de Ferrol y Fene que son, así como a la totalidad de los agentes sociales de nuestras comarcas, a que se preocupen por conocer el verdadero alcance de la situación de Navantia y ver en lo que a la factoría de Ferrol-Fene le puede afectar.
Y desde luego, lo que ya si les aconsejo a todos ellos es de que dejen de hacer declaraciones de futuro triunfalistas, que para nada se corresponden (a día de hoy) con la situación que en un futuro próximo parece que puede vivir nuestra empresa principal.
diariodeferrol.com
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