lunes, 10 de mayo de 2010

Navantia se aplicará su propio plan de austeridad

REPORTAJE DE MONTSE MAYORAL



La SEPI todavía no ha hecho oficial la cifra, pero ya ha trascendido que las pérdidas de Navantia durante el pasado 2009 alcanzan los 80 millones de euros. Y su principal cliente, el Ministerio de Defensa español, sufre como nadie las restricciones que impone la crisis económica. Los síntomas más visibles están en la paralización de la carena de un submarino en Cartagena, hace unos días, o en la suspensión de la esperadísima modernización del “Príncipe de Asturias”. En esta situación, al nuevo presidente de Navantia, el economista Aurelio Martínez, le toca diseñar su propio plan de austeridad y buscar clientes y mercados que puedan operar el milagro de poner las cuentas de nuevo en negro.
El comité intercentros se reunirá el próximo día 19 con el presidente de la compañía para abordar la situación. El máximo representante sindical de la compañía, Fernando Sinde, enfatizó que espera que en ese encuentro se presenten soluciones “porque el diagnóstico ya lo conocemos”. Aurelio Martínez ya ha adelantado a la parte social algunas de las recetas que piensa aplicar, entre ellas, el recorte del 30% en los gastos generales de la compañía y un aumento del volumen de actividad en el mercado civil.



Fernando Sinde recordó que el comité intercentros lleva más de dos años denunciando la mala gestión de la compañía y reclamando, precisamente, que se agoten las posibilidades que los acuerdos de 2004 dan a la construcción civil. Actualmente Navantia dedica menos de un 15% de su actividad a dicho mercado y ha trascendido que el nuevo presidente tiene la intención de potenciar de nuevo el mercado eólico y las reparaciones hasta agotar el 20% que le permite Europa. Es una de las reclamaciones más reiteradas por el comité de empresa, que también critica el modelo de compras que aplica la compañía. “El 80% de las compras se hace desde Madrid”, señala Sinde, en cuya opinión sería más eficiente que cada astillero encargase directamente sus suministros.



Todo apunta a que otro capítulo en el plan de Aurelio Martínez pasará por cambiar el sistema contable. Recientemente se puso de manifiesto que el modelo utilizado imputa todas las pérdidas de un programa de construcción en el momento de la entrega, por lo que, en un año plagado de “fines de obra” como este, se acentúan los resultados negativos. Así, y pese a que el Plan de Austeridad anunciado por la ministra Elena Salgado no recorta cargos en Navantia, la compañía tendrá que poner en marcha sus propias medidas.





Pedidos > La cartera de pedidos actual de Navantia está en torno a los 4.050 millones de euros y la carga de trabajo decae, especialmente en Cádiz. Este último astillero recibió estos días como un jarro de agua fría la noticia de que se pospone hasta nuevo aviso la modernización del portaaviones “Príncipe de Asturias” y en Cartagena la alarma sonó hace dos semanas, cuando se dio la orden a los trabajadores propios y de empresas auxiliares de que abandonasen las obras de reparación en un submarino. Las restricciones del Ministerio de Defensa no afectan de momento a las construcciones de los astilleros de Ferrol y Fene, aunque hay que recordar que la prometida sexta F-100 está totalmente aparcada desde hace tiempo.



Navantia necesita buscar nuevos mercados de construcción militar, su sector principal. La compañía intensifica sus esfuerzos comerciales en el extranjero, aunque es obvio que se trata de un momento difícil, en el que contados países pueden permitirse afrontar costosos contratos para renovar sus flotas. El ejemplo más reciente de la situación está en Reino Unido, donde el Gobierno ha decidido prescindir de uno de los dos portaaviones que tenía en proyecto.



En este contexto, el grupo español tiene la vista puesta en países de la región de Asia-Pacífico, como Australia y Malasia; así como en Sudáfrica y Noruega, que también tienen previsto ampliar y modernizar sus fuerzas navales.

diariodeferrol.com

No hay comentarios: